Si hay algo en la política colombiana que para algunos resulta más apasionante que la llamada ‘gabinetología’, es la interpretación de encuestas sobre preferencias presidenciales.
Esta semana se han publicado dos estudios de opinión a este respecto y muchas han sido las reacciones e hipótesis derivadas de sus respectivos resultados. Algunas de ellas muy arriesgadas, ya que se trata de encuestas que son apenas una aproximación tempranera a lo que será la contienda presidencial de 2018, más aún porque el segundo mandato del presidente Santos apenas si lleva corridos un año y ocho meses.
Sin embargo si se analizan esas dos primeras fotografías sobre cómo está el escenario para quienes aspiran a competir por la jefatura del Estado, hay cinco elementos que se pueden extraer como conclusión, reiterando, como se dijo ayer en un análisis de este Diario, que la contienda proselitista apenas si arrancará en 2017, teniendo como eventual banderazo el día en que renuncie el vicepresidente Germán Vargas Lleras.
En la encuesta “Pulso país”, realizada por la firma Datexco para El Tiempo y W Radio, el exgobernador de Antioquia, Sergio Fajardo va a la cabeza con 20,8% de preferencias, seguido de Vargas Lleras, que logró 15,8% de respaldo, aunque con un margen de error de 3,27%. En tercer lugar figura el exalcalde de Bogotá Gustavo Petro, con 15,4%. Detrás de ellos está el excandidato presidencial uribista Óscar Iván Zuluaga, con 12,4%; luego la excandidata presidencial conservadora Marta Lucía Ramírez con 7,2%; después el ex vicepresidente y jefe de la delegación negociadora con las Farc, Humberto de la Calle Lombana, con 3,9% y muy cerca el senador del Polo, Jorge Enrique Robledo, con 3,6%. Cierra la tabla el ministro de Hacienda Mauricio Cárdenas, con 0,3%.
Una segunda encuesta conocida ayer es el llamado Opinómetro, de la misma Datexco. Los resultados anunciados por la cadena radial ya mencionada son los siguientes: Fajardo, 20,2%; Vargas, 16,9%; Petro, 13,4%; Zuluaga, 12,5%; Ramírez, 6,8%; De la Calle, 5,1%; Robledo, 3,1% y Cárdenas, 0,2%.
Vistos esos porcentajes, la primera conclusión es que no hay mayor sorpresa con Fajardo al frente de ambas encuestas. De un lado porque en anteriores sondeos, el año pasado, su nombre ya figuraba en el top de la baraja de posibles candidatos para 2018. Y, de otra parte, porque si bien hace apenas tres meses dejó el cargo seccional, unas semanas después realizó un primer acto político en Medellín en donde dijo que arrancaba una tarea con miras a posicionar a nivel nacional su proyecto político, ponderando especialmente lo relativo a la paz y la educación.
Fajardo, es claro, fue uno de los grandes derrotados en las elecciones regionales en Antioquia pero apuesta a que su juventud, independencia política y el no matricularse con el santismo ni el uribismo lo pueden convertir en una tercería viable para competir por la Casa de Nariño. No tener un partido político fuerte que lo respalde, uno de sus flancos débiles. Aunque en principio se pensó que fortalecería sus contactos con Alianza Verde, posteriormente se ha sabido que Fajardo piensa reactivar su movimiento Compromiso Ciudadano y a partir de allí recibir adhesiones.
Vargas inamovible
<BODY TEXT>La segunda conclusión es que Vargas Lleras se mantiene inamovible en la parte alta de las encuestas sobre preferencias presidenciales, lo que resulta destacable no sólo por el impacto nacional que tuvo su ya superado percance de salud, sino porque arrastra el desgaste que significa ser el segundo a bordo de un Gobierno cuya gestión tiende a rajarse significativamente en los sondeos de opinión, al tiempo que la imagen presidencial se encuentra en su punto más bajo en los casi seis años de mandato.
Aun así, Vargas ostenta la más alta favorabilidad entre los dirigentes políticos así como entre los funcionarios oficiales, gracias a su papel ejecutor como timonel de todos los programas de infraestructura. A ello se suma, que Cambio Radical fue uno de los grandes ganadores de las elecciones de alcaldes y gobernadores. De otro lado, mientras que en la coalición gubernamental, La U y los liberales le disparan dardos, en la cúpula uribista lo ven con mucha simpatía.
Una tercera conclusión se dirige a que Petro es la sorpresa en las dos encuestas mencionadas, pues nadie esperaba que estuviera tan alto tras su accidentada gestión en la Alcaldía de Bogotá y los altos índices de desfavorabilidad con que salió del cargo. Es más, ya en la izquierda no pocos dirigentes lo daban como “quemado” políticamente. Ahora, claro está, la situación cambia. Por ejemplo, dice mucho que Petro figure tan alto mientras que el senador Robledo, el más posible aspirante presidencial del Polo Democrático, se encuentre en el sótano de los sondeos.
Uribismo descolgado
En cuarto lugar llama la atención que el aspirante uribista apenas si se ubique en el cuarto puesto de las dos encuestas, incluso descolgado del triplete puntero. No hay que olvidar que Zuluaga tuvo hace menos de dos años casi siete millones de votos en la contienda con Santos. Además de lo anterior, el proceso de paz, principal blanco en las criticas de Centro Democrático, ha perdido respaldo popular. De otro lado, la excandidata Ramírez, también muy crítica de la negociación con la guerrilla, mantiene su aspiración con un promedio del 7% de las preferencias.
Por último, en quinto lugar, es evidente que la suerte de una eventual aspiración de De la Calle, a nombre del liberalismo, dependerá de lo que pase con la negociación con las Farc.
Como se dijo, estos son análisis muy tempraneros. Se trata apenas de las primeras fotografías de campaña y mucho va a cambiar en el largo trecho que falta para la cita en las urnas en mayo de 2018.