En unos terrenos agrícolas transformados en pistas de aterrizaje, donde hay estacionados helicópteros y pequeños aviones de lujo que valen millones de dólares, Pekín ha instalado su primer "supermercado" para los nuevos ricos que quieren volar.
"Vender aviones en China es tan fácil como vender coles", afirma al lado de un helicóptero importado de Francia Zhang Changyi, uno de los vendedores.
Las instalaciones, inauguradas el pasado sábado y gestionadas por un aeroclub de Pekín, ofrecen una amplia gama de aeronaves a los empresarios o a los miembros de la jet-set china que sueñan con escapar de los atascos de las autopistas en todo el país.
"Hemos vendido tres aviones estos cuatro últimos días", dice satisfecho Zhang, mientras muestra orgulloso un hangar lleno de planeadores y aviones ligeros.
"Nuestros principales clientes son los jefes de las grandes empresas que cotizan en Bolsa", explica el vendedor, que ofrece a sus clientes modelos de hasta 50 millones de yuanes (6,3 millones de euros).
Sin embargo, y a pesar de la fortuna de sus clientes, las infraestructuras de este "concesionario" de aviones de lujo todavía son rudimentarias, con una vieja torre de control y una pista llena de hierba rodeada de tractores y conejeras.
Tras años de espera impaciente por parte de los millonarios chinos y los fabricantes de aviones extranjeros, China autoriza poco a poco los vuelos privados, un mercado que podría crecer exponencialmente en muy poco tiempo. El país tiene relativamente pocos helicópteros y aviones ligeros si se tiene en cuenta su territorio inmenso y la importancia de su economía.
El espacio aéreo chino, el tercero más grande del planeta, sigue estando bajo control estricto del Ejército Popular y la flexibilización de las restricciones no avanza tan rápido como muchos querrían.
"Recibo llamadas de empresas aéreas extranjeras casi todos los días, tienen muchas ganas de vender en China", explica Zhang Changyi.
En muchos casos, frente a las dificultades que siguen existiendo para conseguir la aprobación de un plan de vuelo privado, los pilotos vuelan clandestinamente, una práctica conocida en China con el nombre de 'vuelos negros'./AFP