Si bien por un lado fue recibido con pesimismo el anuncio ayer del Gobierno de que se aplaza hasta el lunes próximo el inicio de los diálogos con las Farc en La Habana, otros destacaron que previamente se definirán los mecanismos para la participación ciudadana.

Estaba programado que este jueves arrancarían las conversaciones de los delegados de las Farc y el Gobierno nacional sobre la agenda de cinco puntos que pactaron las partes fruto de los acercamientos exploratorios que se iniciaron en febrero pasado, sin embargo ayer la Casa de Nariño anunció en el segundo punto de un comunicado que las conversaciones arrancarán hasta el lunes próximo.

En tanto que en el primer punto de dicho comunicado el Gobierno nacional señala que “delegados del Gobierno Nacional y las Farc-ep acordamos continuar la reunión técnica para ultimar detalles de los mecanismos para la participación ciudadana entre el 15 de noviembre y hasta el 18 del mismo mes.

Hasta el momento, todos han coincidido en la participación ciudadana a través de las víctimas del conflicto, las mujeres, los jóvenes, indígenas, campesinos entre otros, sin embargo la diferencia está en la etapa de las conversaciones que se daría esa participación, así como los mecanismos para materializarla.

Desde comienzos de septiembre pasado, cuando el presidente Santos hizo público que existía un acuerdo con las Farc para sentarse a buscar la finalización del conflicto, el Gobierno nacional ha insistido que será un proceso de cara al país. En esa oportunidad el Jefe de Estado dijo que este diálogo requiere “del concurso de todos los miembros del Gabinete, de todos los miembros del Gobierno y de todos los colombianos”.

Igualmente el ministro del Interior, Fernando Carrillo, ha invitado a la ciudadanía a construir en las regiones una agenda de paz.

A pesar de estas manifestaciones el Gobierno nacional no ha establecido los mecanismos para que se de ese diálogo regional alrededor del proceso de paz ni tampoco ha establecido los canales como serían recogidas esas propuestas.

Es claro que la decisión del presidente Santos es que, por lo menos en las dos primeras fases de este proceso, en las conversaciones solo participen los delegados del Gobierno nacional y de la guerrilla, lejos de las cámaras y los micrófonos para evitar protagonismos innecesarios. En esta fase no tendría cabida la participación ciudadana, así lo explica el hecho de que las partes hayan acordado dialogar fuera del país.

Por su parte, las comisiones de paz del Congreso han tenido un activo papel hasta el momento para abrir canales de participación a la ciudadanía frente a la agenda de cinco puntos que se discutirán en La Habana. En ese propósito organizó 16 mesas de trabajo en ocho regiones del país para que diferentes sectores se puedan expresar sobre tres de los cinco puntos de la agenda Gobierno-Farc.

Sin embargo esta iniciativa al igual que el diálogo regional sobre la paz que propone el Gobierno carecen de canales claros para que las propuestas que surjan lleguen a La Habana, a pesar de que el presidente del Congreso, Roy Barreras, dijo que “estas mesas regionales, que se irán celebrando a lo largo de noviembre, están convocadas por el Congreso y buscan recoger la voz de campesinos, afrodescendientes, indígenas, jóvenes, estudiantes y sindicalistas para elaborar propuestas y enviarlas a La Habana, donde negociarán el Gobierno y las Farc”.

 

El momento oportuno

 

A la espera de que Gobierno y Farc ultimen en La Habana los detalles sobre cómo será y cuando la participación ciudadana en estas conversaciones, en Colombia se escucharon diferentes reacciones.

El director de la Corporación Nuevo Arco Iris, León Valencia, consideró que la intención del Gobierno nacional es que la participación ciudadana se diera más adelante.

“El Gobierno no la considera en esta fase, en la segunda fase, el Gobierno pensaba que sería muy importante la participación ciudadana en la tercera fase, en la implementación de los acuerdos, pero ha habido mucha presión y esa presión de esas organizaciones coincide también con una de las Farc para formalizar la participación de organizaciones de la sociedad civil, y creo que el Gobierno ha cedido a buscar una participación en esta segunda fase de negociación, y lo van a definirlo en esos tres días”.

Valencia le dio la razón al Gobierno nacional en que la participación ciudadana debe ser en las regiones en donde está el conflicto, en lo que tiene que ver con la etapa de implementación, pues consideró que “en esta etapa de negociación de la terminación de la guerra, los actores principales deberían ser el Gobierno y la guerrilla”.

Valencia mostró sus reservas frente a la posibilidad de que la participación ciudadana se pueda dar desde ya, “hay como un hecho nuevo, y eso va a dilatar un poco el inicio de la negociación de la agenda y creo que pude perjudicar la terminación rápida de esta segunda fase”.

En este sentido el analista consideró que no sería conveniente que esta segunda fase se extienda más allá de agosto del año entrante, coincidiría con el inicio de la campaña electoral para Congreso y presidencia de la República. Sería contraproducente una negociación de paz en medio de las elecciones.

En tanto que Camilo Gómez, comisionado  de Paz durante el gobierno de Andrés Pastrana, consideró que el anuncio del Gobierno sobre que se ultima detalles sobre la participación de la sociedad civil son “circunstancias que se presentan dentro del desarrollo normal del proceso”.

Gómez consideró vital la participación ciudadana, “todo proceso en Colombia o en cualquier otro país necesita un soporte de la sociedad. Hoy existen muchos mecanismos para que se dé esa participación de la sociedad, todo lo que se llaman las redes sociales, etcétera, se pueden utilizar, y después pasar a una etapa más profunda” con la sociedad directamente.

En tanto que la senadora Gloria Inés Ramírez ( Polo), copresidenta de la Comisión de Paz de Senado, resaltó la importancia de la participación de la sociedad civil en estos diálogos. Ningún acuerdo se puede materializar sin ser refrendado por la sociedad civil, dijo al señalar que la paz no es un tema exclusivo de la guerrilla y el Gobierno.

 

 

 

 

 

 

 

La agenda

 

La agenda que acordaron el Gobierno y las Farc para discutir a partir del lunes, consta de cinco puntos:

. Tema agrario

. Garantías para la participación política

. Drogas ilícitas

. Abandono de las armas

. Reparación a las víctimas.

 

 

 

Mal recibo

 

Fue mal recibido en el Congreso el nuevo aplazamiento en el inicio de las negociaciones de paz, en La Habana.

En ese sentido coincidieron los presidentes de Senado y Cámara. Al respecto el primero de ellos, Roy Barreras, dijo que “no nos gustó el aplazamiento de los diálogos por 4 días. La participación ciudadana está en marcha”.

Mientas que el segundo, Augusto Posada, consideró que es una muestra de que no hay seriedad en las Farc, por lo que propuso que “hay que levantarse ya de la mesa”.