Los neoyorquinos empiezan a decidir quién sucederá al alcalde Michael Bloomberg a partir de 2014, con la celebración de las primarias demócratas y republicanas previas a las elecciones generales del 5 de noviembre.
La atención está centrada en los demócratas, donde el candidato más a la izquierda del partido, Bill de Blasio, se ha despegado en los sondeos y aparece como serio aspirante a reemplazar a Bloomberg, quien dejará su cargo el 31 de diciembre tras doce años y dos reelecciones.
De Blasio, ombudsman de la ciudad, reúne 39 por ciento de intenciones de voto según un sondeo difundido el lunes por Quinnipiac University, superando con holgura al exauditor financiero Bill Thompson (25%) y a la actual presidenta del Consejo Municipal y favorita en un inicio, Christine Quinn (18%).
Otra encuesta publicada el domingo por Marist Poll daba 36% a De Blasio, con Thompson y Quinn empatados con 20%. Si ningún candidato supera el 40%, se realizará un balotaje entre los dos más votados en las primarias.
Nueva York es tradicionalmente demócrata, por lo que el vencedor de los comicios internos de ese Partido quedaría muy bien posicionado para obtener la alcadía, según los expertos.
De todos modos, no hay que olvidar que la ciudad ha tenido en los últimos 20 años a dos alcaldes republicanos, Rudolph Giuliani (1994-2001) y Bloomberg (que se convirtió en independiente en 2007).
En este partido, la lucha es entre el empresario John Catsimatidis y el expresidente de la Autoridad de Transporte Metropolitana, Joseph Lhota.
Una de las claves de la elección pasa por la movilización del electorado, algo difícil en Nueva York, ya que en 2009 votó apenas el 29% del padrón (1,2 millones sobre un total de 4,3 millones). La participación fue aún más baja entre los latinos, con solo 189.000 latinos (16%) de cerca de un millón de habilitados a votar.
Además de los candidatos demócrata y republicano, las elecciones municipales del 5 de noviembre tendrán aspirantes independientes, como el latino Adolfo Carrión Jr, que ronda el 10% de intención de voto.
De Blasio tiene una campaña de "conflicto entre clases y racista" según Bloomberg
De Blasio, un estadounidense de origen italiano de 52 años que está casado con una mujer negra y tiene un hijo de 15 con un corte de pelo "afro" muy vistoso, se ha posicionado desde hace semanas como el candidato "anti-Bloomberg" y ha centrado su campaña en el tema de las desigualdades.
Entre sus propuestas está la de establecer un impuesto a los neoyorquinos que ganan más de 500.000 dólares anuales para financiar el jardín de infantes de todos los niños de la ciudad a partir de los 4 años.
De Blasio denuncia también de manera regular los polémicos controles y cacheos espontáneos de la policía de Nueva York, que afectan sobre todo a hispanos y negros y fueron declarados "inconstitucionales" por la justicia federal.
Su campaña ha sido denunciada como de "conflicto entre clases y racista" por Bloomberg, quien lo acusa de utilizar a su familia para ganar apoyo.
"Toda su campaña es acerca de que hay dos ciudades diferentes aquí. Nunca me ha gustado este tipo de visión. Es una estrategia destructiva para aquéllos a los que se quiere ayudar", afirmó el fin de semana el multimillonario Bloomberg.
Según un reciente sondeo Quinnipiac, dos tercios de los neoyorquinos aspira a un cambio, a pesar de reconocer los logros de la gestión Bloomberg en materia de lucha contra el crimen o mejora en el transporte público, entre otras cuestiones.
En su vertiginoso ascenso en los últimas semanas, De Blasio, que fue consejero municipal (2002-2009) de Brooklyn, ha sacado tajada de la caída en picada de la candidatura del excongresista Anthony Weiner a raíz de la publicación el pasado 23 de julio de nuevos mensajes sexuales, tras haber ya renunciado a su cargo en 2011 por tuits subidos de tono.