La reciente tensión por acusaciones mutuas de proteccionismo entre China y la UE podría agravarse pero ambos frentes tienen mucho que perder si se desatara una guerra comercial entre ellos, advirtieron analistas.
Tan sólo en mayo, las disputas crecieron en torno a la propuesta de la Unión Europea (UE) de imponer aranceles a los paneles solares chinos. Pero antes, la Comisión Europea amenazó con imponer sanciones comerciales a los fabricantes chinos de equipos para redes de telecomunicaciones móviles, como Huawei o ZTE, por 'dumping' y subvenciones ilegales.
Los analistas creen que el aumento de tensiones podría reflejar la preocupación de ambos por la crisis y los efectos devastadores que ésta está teniendo en sus economías.
China registró en 2012 el crecimiento más bajo de los últimos trece años, mientras que Europa no logra salir de la crisis, golpeada por un fuerte desempleo, que afecta en particular a los más jóvenes.
"Creo que el hecho de que la Unión Europea (UE) esté en una espiral de crecimiento negativa no se puede separar de las acciones comerciales con China", opinó Sergio Marchi, jefe del grupo Marchi, exdiplomático y exministro canadiense que presidió el Consejo General, órgano ejecutivo de la Organización Mundial de Comercio (OMC).
Los políticos de la UE quieren demostrar "a sus contribuyentes que en momentos de crisis y pérdida de empleo, son duros ante los desafíos que presenta China", dijo Marchi.
Pero el peligro es que vayan demasiado lejos, lo que podría desencadenar una reacción de Pekín.
"La UE debería tener cuidado de no ir demasiado lejos. China entiende los entresijos de la política pero es un país que no le gusta estar en el foco de la atención pública, especialmente si tiene el riesgo de quedar mal parado", agregó Marchi.
"Entonces si deciden devolver el golpe, la UE podría terminar siendo el gran perdedor", añadió Marchi.
Lo que está en juego es demasiado y un mala jugada podría ser devastadora. Las exportaciones de la UE a China se elevaron a 212.000 millones y las importaciones del país asiático 334.000 millones.
Es decir, la Unión Europea es el mayor socio comercial de China y su principal destino exportador, mientras que China es el segundo socio para Europa después de Estados Unidos.
Los analistas dicen que los riesgos son grandes teniendo en cuenta que en China hay un nuevo liderazgo que podría ser más sensible a las provocaciones.
Hasta ahora, la reacción de Pekín fue firme pero aún no representa un peligro.
Tras la iniciativa europea sobre paneles, la oficial agencia de prensa Xinhua advirtió a la UE sobre la posibilidad de represalias pero no dijo más. "La idea de que China permanezca inactiva y acepte esos gravámenes de brazos cruzados simplemente no es realista", escribió la agencia./AFP