Los habitantes del Barrio Los Olivos, que es uno de los últimos, integrado por casas que quedan en la calle 62 con carrera Primera, denunciaron hace un año presiones para vender sus predios.
El sector, por la ubicación, vista de la ciudad y riqueza natural (quebradas como la de Los Olivos que está en recuperación) resultan muy atractivos para construir. En aquel momento los habitantes más antiguos del barrio hablaron de desplazamiento forzado disfrazado de interés del sector inmobiliario.
A esa problemática se suman “tres necesidades muy sentidas de los habitantes del barrio Los Olivos. La urgencia de disminuir la vulnerabilidad física del barrio que en su mayoría son casas con estructuras deterioradas, superar la precariedad en las condiciones que habitan y por último, lograr involucrarse en la dinámica de la ciudad que los ha ido llenando de altos y robustos edificios”, explicó Liliana Giraldo, decana de la Facultad de Ciencias del Hábitat de la Universidad de La Salle.