Presionar al Congreso para evitar austeridad pide Obama | El Nuevo Siglo
Lunes, 25 de Febrero de 2013

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, pidió a los gobernadores del país que presionen al Congreso para evitar que entre automáticamente en vigor el viernes una serie de recortes de gastos, a menos de que demócratas y republicanos alcancen un acuerdo de último minuto.

Los recortes generalizados del gasto, consecuencia de acuerdos anteriores entre partidarios y adversarios del presidente, "enlentecerán nuestra economía y harán desaparecer empleos bien pagados", advirtió Obama ante los gobernadores de los 50 estados federales, reunidos en la Casa Blanca.

El domingo, el mandatario citó las consecuencias que tendrá la política de austeridad en cada estado: recortes en las prestaciones sociales, vacaciones no pagadas para los funcionarios y cese de los contratos para externalizar servicios, entre otros.

El Departamento de Defensa deberá reducir sus gastos un 8% con respecto al presupuesto inicial para el ejercicio fiscal 2012-2013, mientras que el resto del presupuesto será recortado un 5%.

Obama pide a los republicanos, mayoritarios en la Cámara de Representantes, que impidan estos recortes mediante un acuerdo presupuestario que implique un aumento de los impuestos a los más ricos y la eliminación de beneficios fiscales.

"No podemos hacer estos recortes esperando lograr la prosperidad", fustigó Obama ante los gobernadores.

"Mientras estéis (en Washington), espero que habléis con los representantes de vuestros estados en el Congreso para recordarles lo que está en juego (...) porque estos recortes no son ineluctables. El Congreso puede impedirlos sólo con un pequeño compromiso", aseguró Obama.

"Estamos todos preocupados por ciertas políticas, ya sea en nuestro partido como en el otro. Pero tenemos que gobernar", insistió el presidente.

Con el discurso de Obama, la Casa Blanca proseguía con su estrategia para presionar al Congreso. El viernes, el secretario de Transporte, Ray LaHood, dibujó un panorama sombrío de las consecuencias que conllevará la entrada en vigor de los recortes para los clientes de las compañías aéreas.