El grado de educación de los países latinoamericanos parece ser directamente proporcional a la de sus presidentes. El bajo nivel educativo en el continente se ve reflejado en sus mandatarios según un reciente estudio que identificó la falta de preparación de los mandatarios, más allá de los estudios de pregrado.

Según el documento ‘Educación de Presidentes. Un estudio crítico’, del profesor Carlos Maldonado de la Universidad de El Rosario, la inmensa mayoría de los presidentes en América Latina cuentan solo con título de pregrado y, ocasionalmente, algún estudio superior.

La investigación determinó que en la historia de la región solo tres mandatarios han tenido o tienen formación doctoral y tres en maestría. El primer título lo ostentan los expresidentes mexicanos Ernesto Zedillo (1994-2000) y Carlos Salinas de Gortari(1988-1994), así como el ecuatoriano Rafael Correa (2007- actualidad).

En maestrías están el presidente colombiano Juan Manuel Santos con dos de estos títulos; la presidenta reelecta de Chile, Michelle Bachelet y el expresidente de México, Miguel de la Madrid.

En opinión del profesor, “en rigor con la línea de desarrollo intelectual y mental, esto es bastante poco para alguien de las dignidades, cargos y compromisos de la presidencia de un país”.

El experto consideró que “la inversión pública y privada en la formación académica para la investigación y el desarrollo en América Latina está por debajo del ideal internacional. Esto se ve reflejado, entre otros, en la poca preparación académica de los presidentes de estas naciones”.

Esta situación, según Maldonado, es preocupante en la medida en que “al caracterizarse Latinoamérica por tener gobiernos fuertemente presidencialistas, antes que parlamentarios, la institución de la presidencia ha desempeñado y juega hoy un papel importante en los destinos de los países de la región”.

Las excepciones

No obstante lo anterior, el estudio destaca dos excepciones notables de presidentes que no tuvieron estudios universitarios y que se han destacado desde muy jóvenes, estos son los casos del brasileño Lula da Silva (2003-2010) y el uruguayo José Mujica (2010- actualidad), ambos con una reconocida inteligencia, carisma y prestigio internacional.

“Con excepción de los casos mencionados, los demás presidentes de la historia del continente solo tienen pregrado o algún estudio adicional, por ejemplo una especialización”, concluye el académico.

¿Qué está pasando?

Para Maldonado, uno de los motivos por los cuales los presidentes latinoamericanos no poseen un nivel de preparación académico sobresaliente, se debe a que el gasto de los estados en formación científica es bastante bajo.

El problema de la inversión en ciencia no es un inconveniente que se presente solo en Colombia sino en varios de los países latinoamericanos. Sin embargo, se destacan los casos de Brasil y Ecuador.

Brasil invierte alrededor del 3% del PIB en programas de investigación y desarrollo. Anualmente ofrece 100 mil becas doctorales a estudiantes latinoamericanos.

Ecuador lanzó recientemente el proyecto Prometeo, que busca que todos los funcionarios notables de las universidades de ese país tengan formación doctoral en alguna de las prestigiosas universidades pertenecientes a una selecta lista aprobada por ese gobierno. En 2017 este país contará con cerca de 17.000 nuevos doctores.