Así lo propuso el presidente del partido de La U, Juan Lozano, quien presentó una iniciativa legislativa al Congreso en ese sentido.
Los presidentes de la República que sean diagnosticados con una enfermedad grave y terminal deberán retirarse del cargo que ostentan, propone el presidente del partido de La U, Juan Lozano.
“El presidente de la República deberá someterse a un examen médico una vez al año, el cual se llevará a cabo por un médico de la E.P.S. a que esté afiliado. El médico deberá presentar un informe público en caso de evidenciar la existencia de enfermedades neurodegenerativas, desórdenes cognitivos, trastornos mentales o impedimentos físicos severos que le impidan al presidente cumplir sus funciones a cabalidad”, indica el proyecto de ley.
“El Senado de la República deberá reunirse para estudiar el informe y decidir sobre la procedencia de la declaratoria de falta absoluta por incapacidad física permanente o falta temporal por enfermedad del Presidente de la República, según sea el caso”, adiciona.
“El proyecto establece que la ciudadanía tiene el derecho a estar en todo momento gobernada por personas que están física y mentalmente en plenitud de capacidades para hacerlo, si una enfermedad mental o física afecta de manera severa la capacidad del gobernante de cumplir con sus tareas, debe apartarse del cargo”, mencionó el senador Juan Lozano.