El presidente ucraniano Petro Poroshenko ordenó la creación de corredores humanitarios para que los civiles puedan salir de las zonas de combate en el este del país, respondiendo así a una de las peticiones de Moscú.
Poco después de este anuncio, en momentos en que Alemania destacaba "el nuevo ambiente" que permite esperar una futura salida de la crisis en Ucrania, Rusia saludó la decisión de Poroshenko.
Desde el pasado 13 de abril, las fuerzas ucranianas llevan a cabo una operación militar contra la insurrección armada prorrusa en el este que ya ha dejado más de 200 muertos entre rebeldes, soldados y civiles.
Además de responder a una de las peticiones de Moscú, la nueva iniciativa del presidente ucraniano tranquiliza a las organizaciones humanitarias, cada vez más preocupadas por el uso que Kiev estaba haciendo de los tanques y los ataques aéreos en zonas muy pobladas.
La ONG Human Rights Watch recalcó que "los actos criminales de los insurgentes no eliminan la obligación de Ucrania de cumplir las leyes internacionales".
Pero el multimillonario de 48 años atajó las críticas aceptando que Rusia introduzca ayuda humanitaria en el este separatista, una opción que había evitado hasta ahora por miedo a que los rebeldes la utilicen para conseguir armas.
"Para evitar nuevas víctimas en la zona de la operación antiterrorista, el presidente ha encargado a los dirigentes de las fuerzas del orden que creen todas las condiciones necesarias para los civiles que quieran irse", dijo la presidencia.
Poroshenko encargó al gobierno que organice el transporte, la alimentación y los cuidados médicos para los civiles y a las administraciones locales que alojen a las personas desplazadas.
Rusia saludó la decisión del presidente ucraniano. "Saludamos esta decisión. Se trata de un paso en la buena dirección", declaró el ministro ruso de Relaciones Exteriores, Serguei Lavrov, al término de un encuentro en San Petersburgo con sus homólogos alemán, Frank-Walter Steinmeier, y polaco.
"He visto que todas las partes están dispuestas a actuar para desactivar la crisis en Ucrania" dijo por su parte Steinmeier al término de las negociaciones con Lavrov y el polaco Radoslaw Sikorski.
"No digo que hayamos encontrado una salida a la crisis pero la escalada ha dado paso a una nueva atmósfera", agregó.
No obstante, Lavrov recordó que, a pesar de los contactos para encontrar una salida a la crisis, "continúan los combates y en algunos casos hasta se han intensificado".
- La deuda del gas -
Por otra parte, Rusia, Ucrania y la Unión Europea reanudan este martes negociaciones sobre el gas, indicó la Comisión Europea.
Rusia amenaza con cortar el suministro si Ucrania no paga su deuda, una interrupción que podría afectar también a Europa Occidental y hundir todavía más la economía ucraniana.
Ucrania se niega a pagar la deuda de 4.500 millones de dólares y exige una bajada del precio que actualmente está a 480 dólares por 1.000 m3, el más alto de Europa.
"La posición poco constructiva de Ucrania frena las negociaciones", estimaron los analistas del banco ruso Afla en una nota, subrayando que no se había realizado ningún avance en las negociaciones del lunes.
"Ucrania sigue insistiendo en que se le baje el precio a 268 dólares", como había acordado con el expresidente prorruso Viktor Yanukovich en diciembre aunque "los europeos lo consideran un precio no adecuado al mercado", según Afla.