El presidente francés saliente Nicolas Sarkozy presidió ayer su último consejo de ministros antes de entregarle el poder al presidente electo, François Hollande, quien prosigue las consultas políticas y las reuniones con personalidades europeas.
Sarkozy se despidió de sus ministros y deseó de nuevo "buena suerte" a su sucesor, el socialista Hollande, a quien transmitirá el poder el martes próximo.
Sarkozy afirmó que hay que "respetar la elección de los franceses", señalaron varios ministros al salir de la reunión.
Durante este último consejo, el primer ministro François Fillon hizo un balance de su gobierno. "Recordé que el compromiso principal de Nicolas Sarkozy en 2007 fue cumplido. Este compromiso era poner a Francia en movimiento" y "lo hicimos en un clima de crisis", dijo.
En cuanto al futuro político de Sarkozy, sus intenciones no fueron expresadas claramente. Después de haber repetido en los últimos meses que abandonaría la política en caso de derrota, mantiene ahora un cierto suspense.