La OTAN se disponía el martes a autorizar el despliegue de misiles Patriot para proteger a Turquía de hipotéticos ataques de Siria y advirtió que "una utilización eventual de armas químicas" por el régimen de Bashar al Asad "sería totalmente inaceptable para la comunidad internacional".
El presidente norteamericano Barack Obama amenazó el lunes directamente a su homólogo sirio con "consecuencias" si utilizaba armas químicas, como temen algunos expertos.
"Hoy quiero decir muy claramente a Asad y a aquellos que obedecen sus órdenes que el mundo entero los observa. Recurrir a las armas químicas es y sería totalmente inaceptable", dijo Obama durante un discurso en Washington.
Estados Unidos no ha querido intervenir directamente en Siria, pero indicó el lunes que el uso de armas químicas cambiaría la situación.
"Nosotros tememos que un régimen cada vez más sitiado (...) reflexione sobre la utilización de armas químicas contra los sirios", insistió por su parte el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney.
Un responsable estadounidense confirmó el lunes que Damasco estaba mezclando los componentes necesarios para la militarización del gas sarín, un poderoso neurotóxico que provoca una parálisis completa y luego la muerte.
Sin embargo, el régimen sirio reiteró el lunes que "no utilizará ese tipo de armas, si las tiene, contra su pueblo", según una fuente del ministerio sirio de Relaciones Exteriores.
Para Estados Unidos y muchos otros países como Alemania, la utilización de armas químicas sería franquear una "línea roja".
"El uso de armas químicas cambiaría la situación. El régimen (sirio) sabe muy bien que la comunidad internacional no aceptará que esas armas sean utilizadas", explicó el ministro jordano de Relaciones Exteriores, Nasser Judeh.
Esta advertencia fue reiterada por la OTAN, que se reúne este martes y el miércoles en su sede de Bruselas.
La utilización de armas químicas por parte de Siria provocaría una "reacción internacional inmediata" , declaró el martes el secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen.
"Una utilización eventual de armas químicas sería totalmente inaceptable para la comunidad internacional. Yo espero una reacción inmediata de la comunidad internacional" si fuese el caso, declaró Rasmussen antes de una reunión de ministros de Relaciones Exteriores de los países de la OTAN en Bruselas.
Se espera que la OTAN responda afirmativamente, el martes por la tarde, al pedido de Turquía de instalar temporalmente baterías de misiles tierra-aire Patriot cerca de la frontera siria.
"Hay consenso sobre esta cuestión. Todos estamos de acuerdo para demostrar nuestra solidaridad con Turquía, sobre la base de los principios fundamentales de la OTAN", explicó un diplomático que solicitó el anonimato.
Cuando se obtenga dicho acuerdo, los tres países de la OTAN que poseen Patriot --Estados Unidos, Alemania y Holanda-- decidirán el número de baterías, la fecha y la duración de su despliegue.
Debido a los plazos necesarios, vinculados fundamentalmente a la aprobación parlamentaria en Alemania, los Patriot podrían ser operativos durante el primer trimestre de 2013, destacó un diplomático.
Entre 300 y 400 soldados de esos países podrían ser acantonados en Turquía para hacer funcionar las cuatro a seis baterías que podrían ser desplegadas en Malatya, Diyarbakir y Sanliurfa, según una fuente militar turca.
Siria podría ser el principal tema de conversación durante el almuerzo que compartirán los ministros de Relaciones Exteriores de los países de la OTAN con su homólogo ruso, Serguei Lavrov.
Durante su visita a Estambul del lunes, el presidente ruso Vladimir Putin criticó el despliegue de misiles Patriot, que según él "no calmará" las tensiones con Siria, sino que "por el contrario, las exacerbará".
En Siria, la degradación de la situación llevó a la ONU a anunciar el lunes que suspendía sus operaciones, una decisión que fue imitada por la Unión Europea, que decidió reducir su delegación al mínimo.
El ejército sirio bombardeó el martes de mañana varios sectores de los suburbios al este y al suroeste de Damasco, pocas horas después de que combatientes islamistas se apoderasen de una aldea en la provincia de Deir Ezor (este), según el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH).
El lunes, 159 personas murieron en todo el país: 55 civiles, 53 insurgentes y 51 soldados, según el OSDH, que registró más de 41.000 muertos, en su mayoría civiles, desde el comienzo de la contestación contra el régimen de Bashar al Asad, hace más de 20 meses.