El presidente estadounidense, Barack Obama, llegará el viernes por la noche a Sudáfrica para una visita histórica en ese país, donde el crítico estado de salud del héroe de la lucha contra el apartheid Nelson Mandela mantiene en vilo a la nación.
El avión presidencial estadounidense Air Force One despegó del aeropuerto de Dakar a las 11H00 GMT, con cuarenta y cinco minutos de retraso, y aterrizará en Sudáfrica por la noche. Sin embargo, el programa oficial de Obama en Sudáfrica empezará el sábado.
A apenas horas de la llegada del presidente estadounidense, decenas de periodistas de todo el mundo y una multitud de anónimos seguían reunidos el viernes por la mañana frente al Hospital Mediclinic Heart en Pretoria, donde el primer presidente negro de Sudáfrica se encuentra hospitalizado.
En la mañana, unos veinte niños cantaron y bailaron en la calle, deseando la pronta recuperación del héroe nacional, que cumplirá 95 años el 18 de julio.
Al iniciar su gira africana, Obama rindió un vibrante homenaje el jueves en Dakar a aquél que fue, al igual que él, el primer presidente negro de su país y premio Nobel de la Paz.
Mandela "es un héroe para el mundo", declaró Obama durante una conferencia de prensa. "Cuando se vaya de este mundo (...), todos sabremos que su legado es uno de los que perdurarán en el tiempo", añadió.
En Sudáfrica, "el presidente hablará del legado de Nelson Mandela, y esto ocupará gran parte de nuestro tiempo", declaró el consejero adjunto de seguridad de Estados Unidos, Ben Rhodes.
Obama se entrevistará con el presidente sudafricano, Jacob Zuma, y visitará el célebre municipio de Soweto el sábado, antes de viajar el domingo al Cabo.
El presidente estadounidense visitará también Robben Island, en donde Mandela -el detenido más célebre de esta prisión- pasó 18 de los 27 años en los que estuvo preso. Se trata de una nueva etapa simbólica en la gira de Obama, que visitó el jueves la isla de Gorea, símbolo de la trata de esclavos.
Fue en Robben Island, en donde Mandela pasó varios años picando piedras y respirando el polvo que dañó para siempre sus pulmones.
De acuerdo al gobierno sudafricano, no está previsto que Obama visite a Mandela, debido a su estado de salud.
"Veremos como está la situación cuando aterricemos. No necesito una foto con él. Lo último que quiero es ser inoportuno en momentos de inquietud familiar", dijo Obama a los periodistas a bordo del avión presidencial Air Force One".
Activistas pro-palestinos, opositores al uso de drones por parte del ejército estadounidense, activistas del partido comunista sudafricano y sindicalistas manifestarán durante la visita del presidente de Estados Unidos.
Medio centenar de estudiantes musulmanes se reunieron el viernes por la tarde frente a la embajada de Estados Unidos en Pretoria para protestar contra la visita del presidente estadounidense.
"Estamos aquí para protestar contra la visita del señor Barack Hussein Obama. Como individuos que aman la libertad, no tenemos problemas con el señor Barack Obama, pero tenemos problemas con el presidente Barack Hussein Obama" y la "brutal política extranjera" de su gobierno, explicó el imán Syed Sayeed.
A ellos se unieron a principios de la tarde unos 200 sindicalistas de la Cosatu, la confederación sindicalista cercana al poder sudafricano, coreando "abajo el imperialismo estadounidense, abajo el capitalismo". Muchos de ellos llevaban camisetas en las que se podía leer "No, Obama, usted no puede encarcelar sin un juicio", en referencia a la prisión de Guantánamo.
El resto del país estaba más bien tranquilo el viernes, después de que la víspera la presidencia sudafricana anunciara que la muerte de Mandela no era tan inminente como se temía.
El jueves, los sudafricanos se preparaban para un desenlace inminente, después de que el presidente Zuma anulara un viaje a Mozambique tras visitar a Mandela. Sin embargo, a primeras horas de la tarde, sus servicios señalaron que el estado de salud de Mandela mejoró. "Sigue en estado crítico, pero ahora está estable", indicó la presidencia.
Mandela "está mucho mejor hoy que cuando lo vi ayer (miércoles) por la noche", declaró Zuma el jueves.
No obstante, la familia de Mandela admitió por primera vez públicamente la perspectiva de su muerte "de un momento a otro". "Sólo puedo repetir que Tata (papá) está en un estado crítico, cualquier cosa es inminente", declaró la hija mayor de Mandela, Makaziwe, en una entrevista a la radio pública SAFM.
"Pero también quiero subrayar, una vez más, que sólo Dios sabe cuando llegará su hora (...) Vamos a esperar junto a él, con papá, mientras siga con nosotros", añadió.
El estado de salud de Mandela, hospitalizado desde el pasado 8 de junio tras una recaída de su infección pulmonar, empeoró durante el fin de semana. El premio Nobel de la Paz, de 94 años, está bajo asistencia respiratoria, según un jefe del clan del ex presidente sudafricano que vino a visitarlo a Pretoria desde Transkei (sur) el miércoles.