El presidente de Estados Unidos Barack Obama admitió el jueves que fracasó al no lograr la reforma migratoria integral que prometió en 2008, pero se comprometió a seguir luchando por ella en su segundo gobierno, en declaraciones ante un foro hispano en Florida.
Al ser consultado sobre cuál consideraba su mayor fracaso durante sus primeros cuatro años de gobierno, Obama respondió: "Como me recordaron aquí, mi mayor fracaso fue no haber logrado la reforma migratoria", dijo el Presidente.
Obama explicó que cuando asumió el gobierno en enero de 2009 se vio avasallado por el colapso de la crisis económica que hereadaba del gobierno de George W. Bush y que luego los congresistas republicanos que incluso "habían apoyado previamente una reforma migratoria integral", le dieron la espalda.
No obstante, el presidente que busca la reelección el 6 de noviembre próximo fue evasivo cuando se le consultó porqué no aprobó la ley con la que conquistó el 67% del electorado hispano en 2008, en sus dos primeros años de Gobierno cuando los demócratas controlaban el congreso.
"Incluso el primer año, uno de mis primeros actos fue invitar a la Casa Blanca a cada miembro del Congreso que apoyaba la reforma migratoria integral, para decirles que necesitábamos resolver ésto", dijo Obama ante un auditorio colmando con 700 personas, entre ellos estudiantes demócratas, personalidades del canal y de la campaña que formularon preguntas moderadas por los periodistas mexicanos Jorge Ramos y María Elena Salinas.
"Lo que confieso que no me esperaba es que republicanos que habían apoyado previamente la reforma migratoria integral, de repente se distanciaron", dijo Obama agregando: "Asumo la responsabilidad por haber sido naive (ingenuo)", apuntó.
Según Obama, "el tema aquí para los votantes es qué visión representa mejor las aspiraciones no sólo de la comunidad latina, sino de todos los estadounidenses que creen que somos una nación de leyes y una nación de inmigrantes", dijo recibiendo aplausos de la audiencia.
El presidente se comprometió a seguir luchando "cada día para que cada persona en este país" no sea discriminada por su color de piel ni por su origen.
En dos ocasiones de la entrevista de cerca de una hora, Obama reconoció "no haber cumplido el 100% de sus promesas". "No he resuelto todo lo que sé que debería haber terminado y por eso estoy aspirando a un segundo mandato", indicó el presidente.
El tema migratorio, que no es la prioridad para los 12 millones de electores que se estiman que participen en las elecciones del 6 de noviembre, moviliza el voto latino según analistas, porque muestra la sensibilidad de los políticos hacia la primera minoría del país de más de 50 millones de personas.
La víspera, el republicano Mitt Romney, con posturas duras y conservadores en cuando a la inmigración ilegal, prometió en esta misma tribuna una ley para "implementar una reforma migratoria permanente" al ser consultado sobre el futuro de los 11 millones de indocumentados y la suerte de la legalización temporal aprobada por Obama para los estudiantes sin papeles, conocida como "acción diferida".