En medio de una avalancha de encuestas que confirman el cabeza a cabeza por la Casa Blanca con su retador republicano y alejado del foco político tras su mala perfomance en el primer debate con éste, el presidente estadounidense Barack Obama, necesita sacudirse de esa derrota y bloquear a su rival en el duelo verbal que sostendrán esta noche.
En el primer debate en Denver hace casi dos semanas, Obama desconcertó a los demócratas con una opaca defensa de su gobierno y fracasó en brindar una visión convincente de por qué se merece un segundo mandato, en lo que constituyó una de las peores apariciones desde el primer debate presidencial televisado en 1960.
Fue el vicepresidente Joe Biden quien debió aplacar parte del pánico generado en su duelo la semana pasada con el compañero de fórmula de Romney, Paul Ryan, mostrando la fibra combativa y la convicción de la que careció el mandatario.
Obama está bajo presión para mostrar más estómago en el debate del martes en la Hofstra University, Nueva York, a 21 días de la elección, ante un oponente que se encuentra en el mejor momento de su campaña.
Michael Kramer, profesor de comunicación del St. Mary's College, Indiana, dijo que Obama debe tener contacto visual con el público que asista al debate, y no pasarse mirando sus notas como en Denver.
"Necesita asegurarse que le está hablando directamente a la gente que hace las preguntas y comprometerse con ellos, siendo más dinámico (...) necesita más energía en su voz", dijo Kramer.
No obstante, el presidente debe tener cuidado en ser demasiado agresivo, advirtió el experto.
Los republicanos ya trabajan ante esa posibilidad.
"Creo que el presidente Obama va a mostrarse muy desinhibido. Va a tener que compensar el pobre primer debate", consideró el senador republicano Rob Portman ante la cadena ABC.
Privadamente, los asesores de Obama dijeron que les llevó menos de un cuarto de hora darse cuenta en Denver que su jefe estaba fuera de juego, pero tienen confianza que en esta ocasión tenga un buen desempeño.
"Creo que verán a alguien muy apasionado respecto a la elección que el país enfrenta", dijo a la cadena CNN el asesor Robert Gibbs, quien indicó que Obama estaba "decepcionado" de su propia actuación en el primer debate.
Sus seguidores esperan no solo que ataque a Romney por su comentario despectivo de que el 47% de los electores votará por la reelección de Obama debido a que se "sienten víctimas" y creen que el gobierno "debe ocuparse de ellos".
También esperan que aborde los derechos de las mujeres, y que responda a las críticas de Romney acerca de que tuvo un mal manejo del ataque contra el consulado estadounidense en Bengasi, Libia, el pasado 11 de septiembre, en el que murieron cuatro estadounidenses, incluido el embajador.
El mal desempeño de Obama en Denver fue tema omnipresente de conversación entre el público, y hubo quienes se preguntaron si el mandatario no estaba simplemente agotado tras cuatro años de gestión bajo una fuerte crisis económica.
Los conservadores se sintieron reivindicados. El columnista del National Review, Charles Krauthammer, preguntó si Romney no sería "el tipo en sintonía, sereno, controlado del que sus acólitos nos han estado hablando".
Tras el debate de Denver, Romney achicó la ventaja de Obama en las encuestas a nivel nacional y socavó su ventaja en los estados clave que decidirán la elección./EL NUEVO SIGLO - AFP
Reconfirmado “cabeza a cabeza”
A tres semanas de las elecciones en Estados Unidos, el presidente demócrata Barack Obama y el republicano Mitt Romney están cabeza a cabeza en la carrera por la Casa Blanca, aunque el mandatario ostenta una leve ventaja, según una nueva encuesta.
El último sondeo de ABC/The Washington Post divulgado ayer otorga a Obama el 49% de las preferencias contra 46% para su rival, diferencia que entra en el margen de error.
Pero el presidente aparece al frente en nueve estados clave -Colorado, Florida, Iowa, Nevada, New Hampshire, North Carolina, Ohio, Virginia y Wisconsin- por 51% contra 46%.
El humor de los votantes mejoró levemente, aunque la mayoría permanece con un ánimo sombrío. Según la encuesta, solo 42% de los electores dijo que el país estaba encaminado en la dirección correcta, 13 puntos porcentuales más que en la medición de agosto, lo que implica una buena noticia para Obama.
Según la encuesta, 51% de los posibles votantes expresó confianza de que la economía mejorará bajo un gobierno de Romney, y 48% bajo un nuevo mandato de Obama.
Por otra parte, 57% de los posibles electores dijeron creer que el aspirante republicano haría más en favor de los ricos que de la clase media, mientras que 68% estimó que Obama había favorecido a la clase media.
Además del factor de clase, hay un factor racial: Romney supera a Obama por 11 puntos entre los electores blancos, pero el presidente ostenta una abrumadora mayoría de 73% contra 18% entre los no blancos, según el sondeo realizado del 10 al 13 de octubre entre 1.252 adultos, incluyendo 1.063 electores registrados y 923 posibles votantes, con un margen de error en la muestra de 3,5 puntos./AFP