El presidente estadounidense, Barack Obama, llamó el sábado a los estadounidenses a ser solidarios con los familiares de las víctimas de la masacre en una escuela primaria de Newtown, Connecticut, y pidió "medidas decisivas" para evitar estas "tragedias".
"Este fin de semana, Michelle y yo estamos haciendo lo que sabemos que todo padre está haciendo -manteniendo a nuestros hijos lo más cerca posible y recordándoles cuánto los amamos", dijo Obama, padre de Sasha, 10, y Malia, 14.
"Hay familias en Connecticut que no pueden hacer eso hoy. Y nos necesitan ahora", agregó Obama en su discurso semanal.
Veinte niños, seis adultos y el tirador murieron el viernes en una escuela de Newtown, una pequeña localidad de Connecticut (noreste), en una de las peores masacres jamás cometidas en un establecimiento escolar en Estados Unidos.
"Nada puede reemplazar a un hijo o un pariente desaparecido, pero podemos tenderle la mano a quienes lo precisan, para recordarles que estamos aquí para ellos, que rezamos por ellos y para que el amor que sentían por sus desaparecidos no permanezca únicamente en sus memorias, sino también (...) en la de sus países", dijo.
"Cada padre en Estados Unidos tiene el corazón pesado de dolor", destacó.
Como la víspera, Obama estimó que esta matanza debía dar la señal de que hay que "tomar medidas significativas para impedir tales tragedias. Independientemente de la política policial".