El presidente venezolano, Nicolás Maduro, calificó este lunes como "muy positiva" la reunión que mantuvo días antes de Navidad con más de medio centenar de alcaldes opositores, negó la existencia de presos políticos y prometió que tras una inflación de 56% en 2013, el próximo será el año de instalación de un nuevo orden económico.
"La reunión (con alcaldes opositores) fue muy positiva. Nos dijimos con respeto lo que teníamos que decirnos. (...) Debemos acostumbrarnos a actuar en un punto de respeto a la Constitución", sostuvo Maduro en rueda de prensa.
Las elecciones municipales del 8 de diciembre, que la oposición había ungido a categoría de plebiscito, fue ganada por el gobierno con casi un millón de votos de ventaja y con tres cuartas partes de las 337 alcaldías, y en la semana siguiente Maduro recibió --en un gesto inédito en un país polarizado-- a los alcaldes electos por la oposición.
Sin embargo, este lunes el presidente pidió que surja "una oposición, una derecha, que se enfrente a la revolución bolivariana (fundada por el fallecido Hugo Chávez), sin depender de Estados Unidos (...) sin conspirar contra nuestro país".
"En Venezuela no hay presos políticos"
Por otro lado, el jefe de Estado rechazó la existencia de presos políticos y dijo estar impedido constitucionalmente de indultar, incluso por razones humanitarias, al excomisario Ivan Simonovis, condenado a 30 años de cárcel por homicidios durante el fallido golpe de Estado de 2002.
La familia del comisario y distintas organizaciones no gubernamentales han aclamado por años la liberación del comisario, debido a su deteriorada salud. Incluso el ex vicepresidente de Chávez, José Vicente Rangel ha solicitado en tres oportunidades una medida humanitaria.
Los opositores "han montado un circo internacional con Simonovis. Su caso está en manos de la justicia y solo la justicia puede emitir medidas humanitarias si el caso lo ameritara. Yo estoy impedido porque él cometió delitos de lesa humanidad", sostuvo Maduro cerrando la vía de un indulto presidencial y al remitirse a la ley de Amnistía decretada por Chávez en 2007.
Maduro también enfatizó que "en Venezuela no hay presos políticos, ni siquiera estos señores que dieron un golpe de Estado porque fueron perdonados" en 2007.
"¿Qué dirigente parroquial, municipal, regional o nacional (..) está preso por ser dirigente político, está preso por sus ideas, está preso por algún delito vinculado a la actividad política? ¡Por favor, háganme llegar la lista!", dijo Maduro.
Se evitó una hambruna
El presidente, que un mes antes de las elecciones obtuvo superpoderes legislativos para combatir lo que llama una "guerra económica" de la burguesía, con rebajas compulsivas de precios, intervenciones en las cadenas de comercialización y despliegue de tropas en centros comerciales, dijo que su gobierno "evitó una hambruna".
Los controles del gobierno detectaron "una burbuja inflacionaria en el sector alimentos por encima del 3.000%. Si no existiera el sistema alimentario (gubernamental subsidiado) hubiese habido una hambruna", dijo el mandatario.
De acuerdo con cifras oficiales, Venezuela cierra el año con 56,2% de inflación, producto de lo que el gobierno define como una guerra económica en su contra.
Maduro prometió que "2014 va a ser el año de la instauración de un nuevo orden económico interno", en la transición hacia el socialismo y dijo que en ese proceso "un elemento poderosísimo va a ser la nueva ley de costos, ganancias y precios justos".
Esa ley, en el marco de los poderes especiales que le permiten al presidente gobernar por decreto durante un año en temas ligados con la economía, fijará los márgenes de ganancia en todas las etapas de cada cadena de comercialización.
En cuanto al plan oficial para incrementar el precio de la gasolina luego de su congelamiento desde 1996, que llevaron a que una carga de 40 litros cueste 70 centavos de dólar al cambio oficial y 8 centavos según el cambio paralelo, Maduro negó que se trate de una medida por necesidades fiscales.
"Nosotros tenemos los bolívares para financiar el desarrollo del país. Si dejáramos la gasolina como está, tenemos los recursos", advirtió Maduro, cuyo gobierno enfrenta un déficit equivalente al 18% del PIB de acuerdo con distintos estudios.
"No lo estamos haciendo como medida de carácter fiscal, ni lo haríamos jamás. Lo estamos haciendo por conciencia nacional. Abrimos el debate ahorita porque están dadas las condiciones para que la demagogia no se imponga", sostuvo.