El presidente francés François Hollande anunció el cierre de la central nuclear de Fessenheim (nordeste), la más antigua de Francia, a fines de 2016, y el rechazo de siete pedidos de permiso de exploración de hidrocarburos que pueden desembocar en la explotación de gas de esquisto.
Al inaugurar una conferencia medioambiental en París, Hollande declaró que la central de Fessenheim, situada en Alsacia, cerca de la frontera alemana, "será cerrada a fines de 2016 en condiciones que garanticen la seguridad de aprovisionamiento de la región, la reconversión del sitio y la preservación de todos los empleos".
El presidente recordó su objetivo de reducir la parte de la energía nuclear en la electricidad producida en el país de 75% actualmente a 50% en 2025, una de sus promesas de campaña.
Las asociaciones antinucleares saludaron una decisión que "va en la buena dirección", aunque lamentaron que la fecha de cierre no fuera más cercana.
Respecto al gas de esquisto, otro tema polémico en Francia, Hollande zanjó el debate, cuando el primer ministro Jean-Marc Ayrault se había mostrado evasivo al respecto a fines de agosto.
"He pedido a Delphine Batho, ministra de Ecología, de Desarrollo Durable y de Energía, que pronuncie sin tardanza el rechazo de los siete pedidos de permiso presentados al Estado, y que suscitaron inquietud legítimamente en varias regiones", dijo.
"En el estado actual de nuestros conocimientos, nadie puede afirmar que la explotación de gas y aceites de esquisto mediante fractura hidráulica, única técnica conocida hoy, está exenta de graves riesgos para la salud y el medio ambiente", recalcó Hollande.
El eurodiputado ecologista José Bové se congratuló por hecho de que el presidente ha "cerrado la puerta sin ambigüedad al gas de esquisto".
"Esto pone fin a una cacofonía consecutiva a las declaraciones de los industriales, pone punto final" a las exploraciones, declaró Bové.
El método llamado de fractura hidráulica consiste en inyectar agua y productos químicos a gran profundidad para fracturar la roca, un procedimiento acusado de contaminar el medio ambiente y las napas freáticas. Varios países lo han prohibido.
Desde 2008, esa técnica ha permitido explotar reservas de hidrocarburos contenidos en los vastos yacimientos de roca de esquisto en Estados Unidos.
François Hollande indicó asimismo que Francia está dispuesta a recibir la conferencia de la ONU sobre el clima de 2015, fecha en la que se prevé el futuro acuerdo global para tratar de reducir a 2 grados el calentamiento del planeta.
Unas 300 personas participan en la conferencia de dos días inaugurada el viernes y dedicada a debatir el futuro energético y medioambiental de Francia.
En el orden del día figuran temas particularmente polémicos, como la energía nuclear, el gas de esquisto y las perforaciones petrolíferas offshore.
Figuran también en el temario las cuestiones de las energías solar y eólica y la renovación térmica de las viviendas antiguas.