El presidente de Ecuador, Rafael Correa, formuló este jueves una dura crítica a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, a la que acusó de ser un instrumento de ataque a los gobiernos progresistas de América Latina.
En una conferencia en la Universidad de Costa Rica, horas después de participar en la toma de posesión del presidente Luis Guillermo Solís, Correa hizo un recuento de sus siete años al frente del gobierno ecuatoriano y defendió su gestión en materia de derechos humanos.
"Ecuador es uno de los siete países del continente que ha suscrito absolutamente todos los instrumentos interamericanos de derechos humanos. ¿Saben cuántos ha firmado Estados Unidos? Cero, ni siquiera ha ratificado la Convención Americana de Derechos Humanos", recordó Correa.
Ante ello, calificó como "uno de los más graves rezagos del neocolonialismo de nuestra América" que la Comisión Interamericana reciba financiamiento estadounidense y tenga su sede en Washington.
"Esta Comisión se ha transformado en un instrumento de persecución de gobiernos progresistas, es simple novelería influida por el capital detrás de los medios de comunicación y de toda la política anglosajona (estadounidense) que paga por controlar a los demás", expresó.
Recientemente, el gobierno de Ecuador entró en conflicto con la Comisión cuando rechazó adoptar medidas de protección que el organismo otorgó a tres opositores prófugos.
Correa reclamó que la entidad se involucra en Ecuador pero calla frente a asuntos que afectan los intereses de Estados Unidos.
"¿Por qué la Comisión no dice nada sobre (los presos en la base norteamericana de) Guantánamo? ¿Y el golpe de estado en Honduras (de 2009)?", se quejó el líder ecuatoriano.
Un pequeño grupo de manifestantes contrarios a la extracción de minerales en la Amazonía recibió a Correa frente al auditorio de la Facultad de Derecho, donde pronunció la conferencia.
Horas antes, unas 20 personas, en su mayoría venezolanos, protestaron contra la presencia de Correa, del líder boliviano Evo Morales y del vicepresidente venezolano Jorge Arreaza en la toma de posesión de Solís.