El presidente del Parlamento Osama al Nujaifi escapó el lunes a un intento de asesinato en Irak, en donde por otra parte 21 insurgentes murieron cuando un coche bomba estalló por error al norte de Bagdad.
Una bomba estalló al paso del convoy de Nujaifi en Mosul, en el norte del país. Uno de sus guardaespaldas resultó herido, según la policía y una fuente médica, pero Nujaifi, el más alto responsable sunita del país, está ileso, anunció su oficina.
Asimismo, un coche bomba estalló el lunes por error en un recinto ocupado por insurgentes al norte de Bagdad, matando a 21 de ellos, incluido el futuro kamikaze, indicaron la policía iraquí y un responsable de una milicia anti Al Qaida.
El grupo estaba rodando un vídeo de propaganda con vistas al atentado cuando un problema técnico detonó la carga explosiva del coche, indicaron el jefe local de las milicias Sahwa, Majeed Alí, y un oficial de la policía.
La explosión, que se produjo a las 08H00 locales (05H00 GMT), mató a 21 insurgentes en el recinto situado en la zona rural y agrícola de Jilam, en el sur de la ciudad mayoritariamente sunita de Samarra, según las mismas fuentes. Jilam es desde hace mucho tiempo un feudo insurgente.
Irak ha vuelto a registrar en los últimos meses niveles de violencia similares a los de 2008, y más de mil personas murieron durante el pasado mes de enero, según el gobierno.
Los ataques se concentran sobre todo en Bagdad y en las zonas mayoritariamente sunitas del oeste y del norte del país.
Expertos y diplomáticos extranjeros subrayan el papel del descontento de la comunidad sunita en la multiplicación de la violencia. A dos meses de las elecciones legislativas, el primer ministro chiita Nuri al Maliki ha decidido privilegiar una línea dura.