El presidente de Paraguay, Federico Franco, negó la acusación de espionaje contra el candidato opositor Horacio Cartes en el marco de una supuesta campaña sucia para favorecer al oficialista Efraín Alegre en las elecciones presidenciales del 21 de abril, durante una conferencia de prensa que brindó en Villarrica, distante a 150 km al sureste de la capital, Asunción.
"Ni a Horacio Cartes ni a nadie se le escucha nada. Nosotros no necesitamos hacer eso. Rechazo categóricamente. A nadie se le escucha nada", dijo en forma reiterativa el jefe de Estado.
Franco respondía así a una acusación del senador del Partido Colorado opositor Rogelio Benítez, un ex ministro del Interior del gobierno de Nicanor Duarte (2003-2008).
Benítez aseguró que "desde hace cuatro años y medio hay un control del Gobierno y sus mecanismos, donde se ve claramente que Horacio Cartes fue investigado. Ellos analizaron sus cuentas...".
El presidente contestó que las escuchas telefónicas "son prácticas de administraciones anteriores que el senador (Rogelio Benítez) conoce bien".
El actual senador y ex ministro detalló que se trata de equipos telefónicos y digitales en poder del gobierno "con los que se puede controlar a todo el país".
Las declaraciones de Franco se enmarcan en la campaña electoral presidencialista cuyos enfrentamientos verbales van subiendo de tono a medida que se acerca la fecha de los comicios.
Al respecto, la Conferencia Episcopal Paraguaya (CEP), en un pronunciamiento divulgado el viernes exhortaron a los candidatos a realizar "una campaña limpia".
El presidente de la Conferencia Episcopal Paraguaya, monseñor Claudio Gimenez, dijo que "se puede hacer campaña limpia y sin afectar al momentáneo opositor".