El presidente Barack Obama instó el viernes al Senado estadounidense a votar "rápidamente" la reforma del programa de recolección de datos de llamadas telefónicas de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA), y advirtió de las consecuencias de un bloqueo en el Congreso.
"No se trata de elegir entre seguridad y respeto de las libertades. Encontramos un equilibrio", dijo el mandatario estadounidense desde el Salón Oval, al recordar que si no se llega a un acuerdo antes del domingo, la NSA deberá desmantelar los servidores que le permiten recolectar esa información.
"No quiero que (...) nos enfrentemos a una situación en la que habríamos podido impedir un ataque terrorista o arrestar a alguien peligroso y no lo hayamos hecho debido simplemente a una inacción del Senado", añadió.
El mandatario aclaró que le pidió al jefe de la mayoría republicana del Senado estadounidense, Mitch McConnell, "actuar rápidamente".
La Casa blanca y la Cámara de Representantes están de acuerdo en aprobar una nueva ley que permita seguir recolectando datos de los aparatos telefónicos en Estados Unidos (horario, duración, número destinatario) pero a través de los operadores telefónicos y no de la NSA.
Hasta ahora el Senado rechaza aprobar el texto, bautizado USA Freedom Act, que está bloqueado por una coalición de republicanos. Algunos, como Mitch McConnell, consideran que desnuda demasiado a la NSA. Y otros como Rand Paul dicen que no es suficiente para desmantelar el dispositivo de "vigilancia" estadounidense.