La negativa del Reino Unido a entregar un salvoconducto al fundador de WikiLeaks, Julian Assange, para que pueda salir de la embajada de Ecuador en Londres, donde se encuentra asilado, constituye una violación de los derechos humanos, denunció el jueves el presidente ecuatoriano, Rafael Correa.

"Qué mayor atentado a los derechos humanos que tener a una persona sin poder salir de una embajada, cuando el Estado respectivo le dio ya el asilo político", dijo Correa en una entrevista con radio Majestad.

"Incluso es una desconsideración para el Estado que da el asilo", agregó el mandatario izquierdista, un día después de que su canciller, Ricardo Patiño, anunciara la posibilidad de viajar a Londres para visitar a Assange e insistir en la entrega del documento ante las autoridades británicas.

Correa planteó la hipótesis de que si su gobierno rechazara extender un salvoconducto a una persona asilada en las legaciones de Gran Bretaña o Estados Unidos en Ecuador, sería motivo de fuertes críticas.

"Por un instante imagínense lo contrario, que alguna persona por diferentes motivos se haya refugiado en la embajada británica en Ecuador o en la embajada norteamericana en Ecuador, y durante un año no le demos el salvoconducto para salir", indicó.

"¿Qué no tuviéramos todos los días los titulares de la propia prensa ecuatoriana diciendo 'atentado a derechos humanos, irrespeto a países amigos'? ¿Por qué no dicen lo mismo del caso Assange? Ahí ven ustedes la doble moral", cuestionó el gobernante, quien asumió el pasado viernes para un segundo mandato de cuatro años.

Correa afirmó que "es terrible eso" y que "ya todo depende de Gran Bretaña, Suecia y Europa", pues "Ecuador ha hecho lo que tenía que hacer".

Para evitar su extradición a Suecia, que lo reclama por presuntos delitos sexuales que él niega, Assange está en la embajada de Ecuador desde el 19 de junio de 2012. Quito le concedió asilo diplomático el 16 de agosto pasado.

El australiano, fundador de WikiLeaks, teme que una vez en Suecia sea trasladado a Estados Unidos, donde según él podría ser condenado a pena de muerte o cadena perpetua por haber revelado documentos confidenciales de ese país a través de su portal.

Tras la reelección de Corea en febrero último, el gobierno británico le expresó que "continúa estando plenamente comprometido en buscar una solución diplomática con el gobierno ecuatoriano para asegurar la extradición a Suecia".

La policía británica tiene orden de arrestar a Assange en cuanto ponga un pie fuera de la embajada.