El presidente Rafael Correa afirmó el sábado que un fallo de la justicia de Estados Unidos a favor de Chevron atenta contra la soberanía de Ecuador, donde la petrolera fue condenada a pagar 9.500 millones de dólares por daños ambientales a la Amazonia.
"Acabar con la soberanía de un país, eso es lo que está haciendo este juez (de Nueva York, Lewis) Kaplan, que desde el principio mostró un gran sesgo por el capital", dijo Correa durante su informe semanal de labores.
El mandatario hizo alusión a un reciente veredicto de Kaplan, en el sentido de que hay "evidencia fraudulenta" y corrupción en un proceso interpuesto por comunidades amazónicas ecuatorianas contra Chevron en Ecuador, en el que el gigante petrolero fue condenado.
"Ojalá entendamos lo grave que es esto, un juez de Nueva York deja sin efecto una sentencia de tribunales ecuatorianos ¿en base de qué? (...) No hay ninguna prueba de soborno, no hay ninguna prueba del presidente (Correa) interviniendo" en la querella llevaba a cabo tribunales ecuatorianos, manifestó el jefe de Estado.
Aunque el caso fue llevado a la Corte Constitucional de Ecuador, que todavía no se pronunció, el máximo tribunal nacional confirmó la condena contra Chevron, pero el fallo de Kaplan, en caso de ser ratificado, podría impedir que los ecuatorianos cobren la indemnización en tribunales estadounidenses, ya que Chevron no cuenta con activos en el país sudamericano.
La defensa de los ecuatorianos que impulsan el juicio ambiental anunció que apelará el fallo del juez federal estadounidense conocido el pasado martes.
Los demandantes promueven varios procesos fuera de su país, como en Canadá y Brasil, para que se ejecute la sentencia.
Chevron buscará a su vez que el fallo de Kaplan refuerce su lucha judicial internacional para que Ecuador asuma la millonaria sentencia por daños ambientales en la Amazonia.
"El fallo será un respaldo a la demanda de arbitraje presentada por Chevron en La Haya (en 2009 contra Ecuador) por denegación de justicia", dijo a la AFP el portavoz del gigante petrolero estadounidense, James Craig.
Chevron intenta que una corte internacional de arbitraje obligue al Estado ecuatoriano a pagar la indemnización, alegando que su filial Texaco (que adquirió en 2001) no fue responsable de la contaminación durante sus operaciones en la Amazonia, entre 1964 y 1990.
La empresa niega cualquier responsabilidad en los daños que se le adjudican en el juicio iniciado hace más de 20 años por indígenas amazónicos y asegura que Texaco cumplió con la reparación ambiental que le correspondía.
Según la empresa, el desastre ambiental fue causado por la estatal Petroecuador, con la que Texaco operó en consorcio.