El presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abas, dijo que es favorable a una retirada israelí en cinco años tras un acuerdo de paz y al despliegue de fuerzas de la OTAN en el territorio de un futuro Estado palestino, en una entrevista con el New York Times.
Hasta ahora, Abas y los dirigentes palestinos hablaban de un calendario de retirada de tres años, refiriéndose al precedente de la evacuación del Sinaí egipcio en 1981, luego de los acuerdos de paz israelo-egipcios de Camp David en 1978.
"Al final de los cinco años, mi país estará liberado de la ocupación", afirmó Abas, en esta entrevista realizada el sábado en Ramala (Cisjordania) y publicada el domingo, refiriéndose a una evacuación de las colonias según el mismo calendario.
En lo que respecta a las fuerzas de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), una opción propuesta a menudo por Abas, éstas podrían desplegarse "durante largo tiempo y dondequiera que lo deseen, no sólo en los límites del este, sino en todas partes", precisó.
"La tercera parte puede quedarse. Puede permanecer para tranquilizar a los israelíes y protegernos", insistió, excluyendo en cambio toda prolongación de la presencia militar israelí.
El primer ministro israelí Benjamin Netanyahu exige que Israel pueda conservar por tiempo indeterminado sus tropas en el valle del Jordán, en la frontera entre Cisjordania, que debe formar la mayor parte de un futuro Estado palestino, y Jordania, pero se opone al despliegue de una fuerza internacional.
El ministro de Vivienda Uri Ariel, que pertenece al partido nacionalista religioso Hogar Judío, afirmó que "no hay nada nuevo, no son más que palabras en el aire", refiriéndose a las declaraciones de Mahmud Abas.
"Su programa es inaplicable, puesto que sigue queriendo expulsar a 400.000 (colonos) israelíes de sus hogares", criticó este ministro en la radio militar.
El viceministro de Relaciones Exteriores, Zeev Elkin, consideró por su parte que el presidente palestino "no quiere la paz, porque se niega a reconocer a Israel como un Estado del pueblo judío".
Según Elkin, un halcón del Likud (derecha nacionalista), el partido de Benjamin Netanyahu, "no se podrá hablar de progreso hasta que proclame que no quiere lanzarnos al mar inmediatamente, sino tan sólo un poco más tarde".