La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, anunció este miércoles que su gobierno otorgará otras 100.000 becas para que estudiantes nacionales cursen en universidades del extranjero, duplicando lo ofrecido hasta ahora.
"Definimos que otras 100.000 becas serán ofrecidas para los jóvenes brasileños", dijo Rousseff en un evento en la Presidencia en el que lanzó la segunda fase del programa "Ciencia sin Fronteras" para formar brasileños en el exterior.
Esta segunda fase del programa entrará en vigor el próximo año.
El Programa Ciencia sin Fronteras fue lanzado por la presidenta hace tres años, y ofreció 101.000 becas, principalmente de posgrado, en las áreas de ingeniería y ciencia, con el objetivo de mejorar la experiencia y la investigación en innovación en el país.
Rousseff explicó que en la época fue "un gran desafío", ya que en ese momento el país apenas ofrecía 5.000 becas.
De las 101.000 becas inicialmente ofrecidas, ya han sido entregadas 83.000. El mayor destino de los brasileños ha sido Estados Unidos (32%), seguido de Gran Bretaña, Canadá, Francia y Alemania, destacó el ministro de Educación, Henrique Paim.
Las becas se hicieron con programas de cooperación con universidades y gobiernos de otros países. El 25% del gasto es cubierto por empresas privadas, algunas controladas por el Estado, como Petrobras.
En un evento sobre educación, horas antes, Rousseff había dicho que "la educación es estratégica para garantizar que millones de brasileños que salieron de la pobreza no regresen a la situación de antes (...) necesitamos infraestructuras de educación y una política que valorice a los profesores".
El país está a punto de poner en vigor un plan nacional que destinará el 10% del PIB a la educación.
Las masivas protestas que los brasileños protagonizaron el año pasado denunciaban duramente el dinero público invertido en la Copa del Mundo de fútbol, actualmente en curso, y reclamaban ese dinero para salud, educación y transporte, sectores con grandes deficiencias.