El gobierno argentino pone en juego el domingo el control del Congreso en legislativas que marcarán el último tramo del mandato de la presidenta Cristina Kirchner y el inicio del camino hacia su sucesión en 2015.
El resultado del domingo será clave para afrontar los últimos dos años de su segundo mandato, en momentos que su gestión, según analistas, sufre un desgaste tras diez años de un ciclo que incluyó el gobierno de su marido, Néstor Kirchner (2003-2007), de cuyo fallecimiento se cumplen tres años el día de la votación.
"Cuando el gobierno ganó en 2011, tenía un 64% de aprobación, que ha perdido rápidamente a causa de la economía, el estilo de gobierno confrontativo, y que ha negado inflación, inseguridad", dijo a la AFP Mariel Fornoni, directora de la consultora F & T.
La oposición ha machacado en la campaña proselitista que concluyó la noche del jueves con la inseguridad y la inflación, dos temas de honda sensibilidad en Argentina.
La mandataria, en reposo absoluto mientras se recupera de una operación por un hematoma craneal, ha sido la gran ausente del último tramo de la campaña electoral.
En su reelección en 2011, Kirchner obtuvo el 54% de los votos (11,8 millones), muy por delante del resto, aunque en la más reciente votación en agosto pasado, la de las primarias que seleccionaron a los candidatos para las legislativas del domingo, el gobernante peronismo redujo su caudal a siete millones.
Su partido, el Frente para la Victoria (FPV), siguió siendo la fuerza más votada en agosto por ser el único partido que tiene representación en las 24 provincias del país, pese a perder en los distritos más importantes, incluida la estratégica provincia de Buenos Aires.
Distrito clave
Este distrito será el domingo escenario central de la puja electoral, donde Sergio Massa, un exjefe de Gabinete de Kirchner que se pasó a la oposición, amenaza con desbancar la supremacía del gobernante peronismo en ese territorio que concentra el 40% del padrón de 30,5 millones de electores.
Massa, de 41 años, alcalde de la turística localidad de Tigre (30 km al norte de Buenos Aires), quedará en buenas condiciones de perfilarse como uno de los presidenciables de la oposición para 2015 si gana la provincia de Buenos Aires, según anticipan las encuestas.
El opositor fue el más votado (35%) en esa jurisdicción en las primarias para seleccionar a los candidatos hacia las parlamentarias, con parte del peronismo disidente que se aglutinó en el Frente Renovador.
En su discurso de cierre de campaña centrado en la inseguridad, Massa dijo la noche del jueves que propondrá "prisión perpetua para los narcotraficantes" y en otro tramo aseguró que se topó con abuelos "agradecidos porque les robaron cuatro veces y no los mataron".
Su rival en ese distrito clave, Martín Insaurralde (42), debió afrontar la campaña sin la presencia de la mandataria y cerró el período proselitista con una defensa de las conquistas sociales en diez años de kirchnerismo y con una advertencia, en alusión a Massa, de que "el futuro no es volver para atrás; sería una década perdida si cambiamos todo".
Insaurralde, alcalde de la populosa Lomas de Zamora (periferia sur), también en la provincia de Buenos Aires, está al menos cinco puntos por debajo de Massa, según los sondeos./AFP