por Ola AWONIYI
El candidato opositor en Nigeria, Muhamadu Buhari, logró una importante ventaja en las zonas del norte del país más golpeadas por el grupo Boko Haram, según los primeros recuentos, pero el resultado de los comicios presidenciales celebrados el fin de semana seguía incierto este lunes.
Los nigerianos, que votaron en masa el pasado fin de semana, esperaban todavía este lunes poder conocer el resultado de unas elecciones presidenciales muy reñidas, cuyos primeros resultados publicados no dejan adivinar si el ganador será el presidente saliente, Goodluck Jonathan, o su principal rival, en medio de tensiones de que haya una ola de violencia cuando se anuncien los resultados.
La Comisión electoral independiente (INEC) informó de que el ex general Buhari, de 72 años, ha ganado por ahora en 10 estados y el presidente Jonathan, de 57 años, se ha impuesto en ocho y la capital federal.
Buhari se llevó por más de 1,7 millones de votos de diferencia el norteño estado de Kano, clave en las elecciones más reñidas desde el fin de la dictadura en 1999.
En Kano, el candidato del Congreso progresista (APC), logró más de 1,9 millones de votos, mientras que el presidente saliente tuvo 215.799 preferencias. Esta región del norte, es una de las más golpeadas por el grupo yihadista Boko Haram, cuya insurrección ha provocado más de 13.000 muertos desde 2009.
Buhari, que gobernó Nigeria a mitad de los años 80 al frente de una junta militar, asegura ser "un convertido a la democracia". Por muchos es visto como el candidato que tendrá mano dura contra los yihadistas.
Sin embargo, Jonathan todavía tiene posibilidades si se impone en sus bastiones del sur, ya que en Nigeria, el vencedor debe obtener la mayoría de votos emitidos, al menos el 25% de votos en dos tercios de los 36 estados de la federación a los cuales se añade el territorio de la capital federal, Abuja.
Los dos candidatos seguían codo con codo la noche del lunes. Buhari aventajaba a Jonathan en unos dos millones de votos cuando se interrumpieron los anuncios de los resultados, a las 22h30 GMT. Se reanudarán a las 9h00 GMT del martes.
- Toque de queda -
Se teme que haya nuevos altercados cuando se anuncien los resultados, a semejanza de las elecciones de 2011, que dejaron cerca de mil muertos.
Los primeros incidentes ya se produjeron el domingo en Port-Harcourt, capital del Estado petrolífero de Rivers (sur) protagonizada por partidarios de Jonathan; el presidente de la INEC, Attahiru Jega, prometió examinar todas las quejas y pidió calma.
Sin embargo, las protestas se prolongaron y las autoridades decretaron toque de queda este lunes.
En Kaduna, gran ciudad del centro del país y una de las que más sufrió la violencia por los enfrentamientos entre grupos cristianos y musulmanes en 2011, "había miedo" a que se repita la matanza de cristianos que se produjo hace cuatro años cuando Buhari perdió frente a Jonathan.
En el noreste, el ejército lanzó el domingo ataques aéreos y una operación terrestre contra los insurgentes cerca de la ciudad de Bachi e instauró un toque de queda ilimitado en esa ciudad y otros dos distritos del Estado.
El jefe del grupo yihadista, Abubakar Shekau, había prometido perturbar los comicios y sus combatientes lanzaron varios ataques sin conseguir impedir que la gente acudiera a votar.
El secretario de la ONU, Ban Ki-Moon, felicitó a los nigerianos por estas elecciones y llamó a rechazar la violencia cuando se anunciaran los resultados.
- Interferencia en el recuento -
En torno a 69 de los 173 millones de habitantes de Nigeria votaron para elegir, además de al presidente, a los 109 senadores y 360 diputados del país más poblado de África, primer productor de petróleo y primera potencia económica del continente.
Por primera vez, los electores fueron identificados con lectores de huellas digitales, lo que en teoría debería evitar el fraude de escrutinios precedentes.
Para la Unión Africana (UA), "el proceso de acreditación, de voto y de recuento fueron generalmente muy transparente".
Pero Washington y Londres mencionaron cierta preocupación por "posibles interferencias políticas" en el recuento de los votos.
Al margen de las negociaciones sobre el programa nuclear iraní en Suiza, el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, y su homólogo británico, Philip Hammond, afirmaron que si bien no se apreciaba una "manipulación sistemática del proceso" electoral en Nigeria, sí existían "indicaciones preocupantes de que el proceso de recuento de los votos fuera sujeto de interferencias políticas deliberadas".
Esos temores no tienen "fundamento" y no hay "ninguna prueba de interferencia política", respondió rápidamente la Comisión Electoral/AFP.