Los guineanos votaban para elegir a su presidente, en unos comicios tensos en los que la oposición ha anunciado ya que impugnará los resultados y los oficialistas esperan un triunfo en la primera vuelta del mandatario saliente Alpha Condé.
El final de campaña se vio manchado por los enfrentamientos violentos el jueves y viernes entre partidarios de Condé y del líder opositor Cellou Dalein Diallo, en los que murieron diez personas. Los primeros resultados no se esperan hasta el martes.
En Kalum, en el barrio administrativo y de negocios de la capital Conakry, Mamadou Dionné, un contable de 50 años, esperaba que las elecciones se celebren "con tranquilidad, sin que haya heridos".
La gran pregunta es si logrará ser reeleegido en primera vuelta Alpha Condé, cinco años después de imponerse por estrecho margen a Diallo en segunda vuelta.
Sus adversarios consideran que sólo podrá adjudicarse esa victoria en la primera vuelta si recurre al fraude.
Los siete rivales de Condé, seis hombres y una mujer, han denunciado la no distribución de muchas tarjetas de electores, y la presunta inscripción indebida en las listas electorales de menores.
En una declaración común, hicieron saber que al no efectuarse las correcciones solicitadas, "los siete candidatos no reconocerán los resultados que se proclamen tras unas elecciones organizadas con semejantes anomalías e irregularidades".
Con motivo de los comicios, en los que están convocados seis millones de guineanos, se han desplazado al país observadores de la Unión Africana, la Unión Europea y la Comunidad Económica de Estados de África del Oeste (CEDEAO).
Alpha Condé, un ex opositor que estuvo en la cárcel, es el primer presidente electo democráticamente en esta ex colonia francesa, gobernada hasta entonces por poderes autoritarios o dictatoriales.