DANDO por descontado que el multimillonario Donald Trump y la exsecretaria de Estado, Hillary Clinton serán investidos como candidatos presidenciales republicano y demócrata, respectivamente, las firmas encuestadoras comenzaron a centrar sus mediciones sobre la lucha llegar a la Casa Blanca.
Así y aunque continúa el proceso de las primarias en ambos partidos, como las que se verificaron anoche en Virginia Occidental y Nebraska, donde Trump sin competidores se alzó con los 70 delegados que estaban en juegos en ambos estados, mientras que Clinton perdió en el primero de ellos, permitiendo a Bernie Sanders sumar 37 delegados a su lista, que sin embargo no modifican en nada el tablero político hacia las convenciones, ya comenzó a tomarse la temperatura para las elecciones de noviembre.
Pese a su derrota anoche, la exsecretaria de Estado prevé seguir sumando delegados en las próximas citas en las urnas, acercándose cada vez más a la meta de los 2.383 delegados que requiere para obtener la investidura del partido. Actualmente tiene 2.224 frente a los casi 1.500 que acumula Sanders.
Republicanos y demócratas anunciarán formalmente a sus candidatos a la Presidencia en sus respectivas convenciones, que tendrán lugar en julio, pero el choque Clinton-Trump se da ya como un hecho y por ello las firmas encuestadoras empezaron a tomar el pulso para ese escenario.
Un primer sondeo, realizado por la Universidad de Quinnipiac anticipa que será una batalla cerrada. O al menos así lo prevé con las encuestas realizadas en tres estados clave (Florida, Ohio y Pensilvania) que refleja un cabeza a cabeza entre el outsider y la experimentada política.
Son definidos estados clave por su comportamiento electoral. De esta forma, desde 1960, ningún candidato ha llegado a la Casa Blanca sin ganar al menos dos de esos estados.
Un candidato requiere 270 votos de los colegios electores para ganar la presidencia, pero con muchos estados ya definidos por uno y otro partido, la pelea se resume a algunas contiendas clave.
"A seis meses de la elección, la carrera presidencial entre Hillary Clinton y Donald Trump en los tres estados más cruciales -Florida, Ohio y Pensilvania- está muy reñida", dijo el subdirector de la encuesta, Peter Brown.
Clinton cuenta con 43% de las intenciones de voto frente a 42% que cosecha Trump tanto en Florida como en Pensilvania, mientras que el millonario ostenta una ventaja de cuatro puntos (43%-39%) en Ohio, según la encuesta realizada entre un millar de electores en cada estado, con un margen de error de +/-3 puntos.
Frente a un duelo Trump – Sanders, también se registra un cabeza a cabeza en estos estados. En Florida la medición señala 42% frente a 44%; en Ohio, 41% - 43% y en Pensilvania 47% contra 41%, respectivamente.
Pero esas lecturas podrías ser imprecisa. La medición presupone un electorado más blanco que en pasadas elecciones -un grupo que apoya mayoritariamente a Trump- y desestima el crecimiento relativo del voto negro e hispano, dos partes integrales de la base de apoyo de Clinton.
En otra señal de una inusual carrera presidencial, ambos aspirantes cosechan altos niveles de impopularidad, pero son un poco más altos para Trump, una exestrella de la telerrealidad que ha insultado a mexicanos, musulmanes y mujeres.
Ambos tienen una diferencia negativa entre quienes los apoyan y quienes los rechazan, rondando los -20 puntos. Son "cifras terribles", dijo Tim Malloy, subdirector del sondeo.
La encuesta también encontró que Sanders, el "demócrata socialista" que ha galvanizado a los jóvenes con su discurso anti-elitista, vencería a Trump en los tres estados si fuera el candidato presidencial demócrata.
Aunque sus chances de ganar la nominación son casi nulos, el senador Sanders, de 74 años, que derrotó a Clinton la semana pasada en Indiana, no tira la toalla y promete llevar su "revolución política" a las primarias de California, el 7 de junio.
"El establishment político se está poniendo nervioso", dijo Sanders ayer en Sacramento, la capital de California.
Entre tanto continúa el proceso de primarias, y la próxima cita será la otra semana en Kentucky y Oregón donde están en juego 137 delegados./EL NUEVO SIGLO con AFP