Piensan que es necesario para dinamizar la economía y que será el otro año a más tardar en 2019
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Colombia tendría una nueva reforma tributaria en 2019 sea quien sea el nuevo Presidente de la República. Los aspirantes a la primera magistratura están convencidos que para recuperar la senda del crecimiento, la economía colombiana requiere de medidas tributarias para facilitar el desarrollo de la industria y el aumento en el consumo de los colombianos.
Desde que surgió la que es hoy la Ley 1819 de 2016 que fue la reforma tributaria aprobada por el Congreso en diciembre de 2016 que aumentó el IVA en tres puntos, que a juicio de analistas y críticos desestimuló el consumo de los hogares.
Los centros de estudios económicos más importantes del país han manifestado la necesidad de que en 2019 el país tendría necesidad de una reforma tributaria, pues la actual no alcanza para tapar el hueco fiscal que tiene el Estado y que día a día crece.
Una visión de adentro
Esta semana el ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, sobre la posibilidad de una nueva reforma tributaria, dijo que este Gobierno dejará las finanzas del país en orden, el déficit fiscal en 2018 llegará al 3,1% del Producto Interno Bruto, PIB, lo que significa un ajuste frente al máximo déficit que fue de 4% el año pasado.
Lo obvio es que se continúe con la labor de ajustar las finanzas nacionales, con eficiencia tal y como hace el actual Gobierno con el proyecto de presupuesto que crece solo 1% cuando la inflación es posible que lo haga al 4%.
Pero si se sigue el ajuste hay que hacerlo de forma inteligente, no recortando los gastos a la inversión social que ya ha sacado a muchos colombianos de la pobreza y el abandono.
Claro está, sostuvo Cárdenas, todo va a depender de lo que quiera hacer en materia fiscal quien gane la Presidencia de la República en 2018.
Los candidatos son lo que tiene que hacer sus planteamientos. Si se proponen aumentos en el gasto tendrán que aclarar de donde van a salir esos recursos y tendrán que hablar de ingresos adicionales, pero si se sigue en la ruta que se ha trazado no será necesario de proponer una reforma tributaria.
Los centros de estudios
A comienzos de año, cuando la Ley 1819 llevaba pocos días en vigencia, el presidente de la Asociación Nacional de Instituciones Financieras, ANI, Sergio Clavijo, señaló en un seminario realizado en conjunto con Fedesarrollo que en algunos años se tendría que hacer una nueva reforma tributaria debido a la caída que podrían tener los ingresos de la nación.
En esa misma ocasión el director de Fedesarrollo, Leonardo Villar, dijo que la ley 1819 que entró en vigencia en enero de este año tendría un impacto muy importante en materia de recaudo y lograría su propósito en los próximos dos o tres años, por el aumento en el IVA al 19% y los impuestos indirectos que generó.
Pero en el recaudo en el largo plazo esta reforma presentaría problemas porque le bajó la tarifa a las empresas, pero no aumentó los impuestos a las personas naturales para compensar el efecto de la pérdida de estos recursos para el presupuesto del país.
Clavijo ha advertido en reiteradas ocasiones que si el próximo Gobierno no propone una reforma tributaria que logre otro punto del PIB en recaudo antes de octubre de 2018, es probable que Colombia pierda el grado de inversión.
De acuerdo con el directivo la reforma tributaria fue insuficiente en cuanto al recaudo, y eso hará que la perspectiva negativa de la calificación colombiana se mantenga al menos por un año.
“Si el próximo Gobierno no propone una reforma antes de octubre de 2018, es probable que Colombia pierda el grado de inversión”
Clavijo explica que el desbalance externo es uno de los temas que más debe preocupar al Gobierno, y se mostró preocupado por el hecho de que las exportaciones han venido cayendo de manera constante desde 2013, más allá de algunos meses con incrementos en las ventas externas.
Además, le preocupa el endeudamiento externo de Colombia, debido a que está llegando a niveles históricos (cerca de 40% del PIB).
Candidatos
Paras la mayoría de los candidatos y precandidatos a la Presidencia, el tema tributario es fundamental en el este momento. Quienes aspiran a ser el primer mandatario de Colombia y que forman parte del Congreso de la República, han manifestado su preocupación por la forma como se incrementa el gasto En el Gobierno Nacional, a pesar de los anuncios de la llamada “austeridad inteligente”.
Muchos de quienes hoy critican el impacto del aumento de tres puntos en el Impuesto al Valor Agregado, IVA que pasó del 16% al 19%, votaron favorablemente la iniciativa gubernamental aunque en su discusión hubiesen atacado el proyecto.
La propuesta más agresiva sobre reforma tributaria la dio el candidato de izquierda y exalcalde de Bogotá, Gustavo Petro, quien señaló que como base de su posible Gobierno la educación superior será fundamental para lo que se requerirá de unos $15 billones para poder abrir cupo a 500 mil estudiantes por año y para ello hará una reforma tributaria.
En el reciente Congreso Nacional de Comerciantes, realizado por Fenalco, los candidatos invitados a los paneles, mostraron su voluntad de realizar un ajuste al sistema tributario nacional y para ello anunciaron que propondrán una reforma tributaria una vez se posesionen, en caso tal, como presidentes de la República.
A su turno el senador del Centro Democrático, Iván Duque ha reiterado que hay que buscar mecanismos tributarios para hacer que la economía salga de la crisis en la que se encuentra. Señaló que el país necesita un modelo tributario distinto.
Eso quiere decir que hay que eliminar todos los gastos innecesarios, que se haga una reforma eficaz en la administración pública para generar ahorros permanentes y por esa vía bajar impuestos a las empresas para estimular que haya más inversión.
Además señaló el parlamentario, se debe hacer una revisión del régimen de exenciones para quedarse con las que más contribuyen a la generación de empleo formal y a la transformación productiva del país, reducir los trámites y hacer un programa de desregulación que le dé más transparencia y certidumbre jurídica a las empresas.
Es decir, hacer una simplificación y que el sistema tributario sea procompetitividad, proahorro y proinversión.
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