Presidenciable republicano en medio de mega-escándalo | El Nuevo Siglo
Jueves, 9 de Enero de 2014

El gobernador republicano de Nueva Jersey (este de Estados Unidos), Chris Christie, tuvo que pedir disculpas públicas el jueves y echar a una colaboradora por un escándalo político que pone en jaque sus aspiraciones de llegar a la Casa Blanca en 2016.

"Estoy aquí para pedir disculpas al pueblo de Nueva Jersey (...). Me siento avergonzado y humillado", dijo Christie en una conferencia de prensa anunciando el despido de una alta responsable de su gabinete, Bridget Anne Kelly, acusada de haber orquestado el bloqueo de un puente neoyorquino para vengarse de un alcalde demócrata que no apoyó la reelección del gobernador.

El escándalo se remonta a septiembre pasado, cuando varios carriles del puente George Washington, una arteria esencial que une a Nueva Jersey con el noroeste de la ciudad de Nueva York, estuvieron cerrados durante varios días en medio de la campaña de reelección de Christie, provocando grandes embotellamientos.

Mark Sokolich, el alcalde demócrata de la ciudad de Fort Lee, vecina del puente del lado de Nueva Jersey, vio en ello una venganza por su negativa a apoyar a Christie, que quiere mostrarse como un político capaz de atraer adeptos de ambos partidos con la mirada puesta en la elección presidencial estadounidense de 2016.

Una serie de explosivos correos electrónicos publicados el miércoles por NBC New York y The New York Times mostró cómo una colaboradora de Christie concibió los cortes del puente tres semanas antes de que éstos tuviesen lugar.

"Es el momento de que haya problemas de tránsito en Fort Lee", escribió el 13 de agosto Bridget Anne Kelly a David Wildstein, un amigo de colegio del gobernador y responsable de la Autoridad Portuaria de Nueva York y Nueva Jersey, que controla los puentes.

"Entendido", respondió Wildstein, que activó los cortes presentándolos como un "estudio de tráfico" y no previno al alcalde de Fort Lee.

Éste pidió ayuda a un alto responsable de la Autoridad Portuaria, Bill Baroni, ya que los autobuses escolares llegaban tarde a los colegios a raíz de los embotellamientos, pero la resolución del problema se vio demorada de manera injustificada.

Los tres carriles del puente fueron reabiertos finalmente por responsables neoyorquinos de la Autoridad Portuaria, para gran pesar de Kelly y Wildstein.

Las filtraciones en los medios dejaron muy mal parado a Christie, que este jueves dio una conferencia de prensa en la que aseguró no haber estado al tanto de la maniobra, aunque admitió ser el "responsable final por lo que ocurrió", a lo que calificó de "completamente inaceptable".

Comportamiento "estúpido"

"Pido disculpas por haber fallado como gobernador en entender antes la verdadera naturaleza de este problema", insistió, denunciando un comportamiento "estúpido" que no se corresponde con los valores que impulsa en su administración.

Por la tarde Christie visitó al alcalde Sokolich en Fort Lee para disculparse de manera personal.

La fiscalía federal de Nueva Jersey indicó el jueves que se aprestaba a abrir una investigación por el caso.

Mientras Kelly fue despedida este lunes, Baroni y Wildstein abandonaron sus cargos el mes pasado.

En una comparecencia el jueves ante la legislatura de Nueva Jersey, Wildstein invocó su derecho a permanecer en silencio, negándose a responder las preguntas sobre los intercambios de correos electrónicos con Kelly.

De su lado, los demócratas aprovecharon el denominado "bridgegate" para atacar a Christie.

"¿Cómo pudo crear una cultura de este tipo en sus oficinas, permitiendo a sus responsables pensar que este comportamiento y esta venganza eran aceptables", acusó la presidenta del Comité Nacional Demócrata y congresista por Florida, Debbie Wasserman.

Christie, de 51 años, fue reelecto en noviembre pasado para un segundo mandato como gobernador tras obtener el 60,3% de los votos, afirmándose así como uno de los políticos de su partido con más posibilidades de llegar a la Casa Blanca en 2016.

Muy carismático, Christie logró un fuerte apoyo entre los votantes jóvenes, negros, hispanos y mujeres en un estado tradicionalmente demócrata.

Casado y padre de cuatro hijos, Christie se sometió por otra parte en febrero de 2013 a una cirugía de reducción del estómago para bajar de peso, aunque negó que eso estuviese vinculado con el posible impacto negativo de su obesidad en sus aspiraciones presidenciales.