La comisión Europea presenta este viernes sus nuevas previsiones económicas, aunque numerosos países, empezando por Francia o España, no van a lograr cumplir sus metas de déficit en una Europa donde la austeridad tiene cada vez más críticos.
Bruselas publica tres veces por año sus previsiones de crecimiento, déficit público y la deuda, así como sobre la inflación y el empleo de los 27 Estados miembros de la Unión Europea. Se publicarán el viernes a las 10h00 GMT.
Los Estados miembros se exponen a sanciones financieras en caso de que incumplan los objetivos presupuestarios, y se ven sometidos a una mayor vigilancia que se puso en marcha al inicio de la crisis.
Unos 15 países europeos estaban obligados a reducir su déficit al 3% del Producto Interno Bruto el año pasado o este año. Pero en la zona euro, sólo "Bélgica, Italia, Austria y Holanda parecían estar en la buena vía" en noviembre, según las anteriores previsiones de la Comisión, dice Carsten Brzeski, del banco ING.
Dado el deterioro de la situación económica en la zona euro, que cayó en la recesión a finales de 2012, se esperan numerosos incumplimientos, por lo que Bruselas podría pedir que se hagan nuevos esfuerzos de austeridad.
Francia se ha adelantado. Tras negar la realidad durante mucho tiempo, la segunda economía de la zona euro reconoció la semana pasada que no podrá cumplir la meta de déficit del 3% del PIB para finales de año, sabiendo que su crecimiento será inferior al 0,8% previsto hace tiempo.
España tampoco cumplirá su objetivo del 6,3% negociado con Bruselas para 2012, según admitió la víspera el presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, quien anunció que estará "por debajo del 7%". No obstante, es mejor que lo que predecían los analistas.
"Si el crecimiento se deteriora de manera imprevista, un país puede beneficiarse de un plazo adicional para corregir su déficit excesivo", ha repetido en varias ocasiones el comisario europeo para Asuntos Económicos, Olli Rehn. Aunque a condición de que "haya realizado los esfuerzos fiscales exigidos", ha advertido.
Aunque ha prometido "llegar lo más cerca posible" al 3%, el presidente francés, François Hollande se negó el miércoles "a sumar más medidas a las medidas porque no queremos caer en la austeridad".
Otros países esperan un gesto de Bruselas. El miércoles, Portugal admitió que necesita un año más para enderezar sus finanzas, puesto que las medidas de austeridad que está ejecutando bajo la tutela de sus acreedores internacionales le han hundido en la recesión.
Es "razonable" esperar que la Comisión proponga "una ampliación de un año el plazo concedido a Portugal para corregir su déficit fiscal excesivo", declaró el ministro de Finanzas, Vitor Gaspar.
Esto podría producirse durante la próxima evaluación de los acreedores de las reformas aplicadas por el gobierno, a cambio de ayuda financiera.
Con las crecientes críticas que recibe la política de austeridad, la Comisión Europea va a tener que dar muestras de flexibilidad.
A finales de la semana pasada, el G20 abogó por "estrategias presupuestarias de medio plazo creíbles" y no tanto por objetivos numéricos y plazos precisos a corto plazo.
En Grecia, unas 50.000 personas salieron el miércoles a las calles en el marco de una nueva jornada de huelga general contra la austeridad que ha llevado al empobrecimiento de una gran parte de la población.
El jueves, otra manifestación convocada por tres sindicatos belgas para protestar contra la congelación de salarios reunió a 30.000 personas en Bruselas, según la policía y 40.000 según los sindicatos, mucho más de lo que esperaban los organizadores.