Presencia internacional en explanada rechaza lsrael | El Nuevo Siglo
Domingo, 18 de Octubre de 2015

Israel rechazó en términos vigorosos la idea, atribuida a Francia, de desplegar observadores internacionales en la ultrasensible explanada de las Mezquitas en Jerusalén este para intentar controlar la espiral de violencia desatada.

 

En tanto la comunidad internacional busca soluciones a la escalada de violencia, el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, anunció este domingo que esta semana se reunirá en Alemania con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y luego con el presidente palestino, Mahmud Abas, en Oriente Medio.

"Esta semana, me reuniré con el primer ministro Netanyahu porque estará en Alemania (...) y nos encontraremos allí. Después, iré a la región donde veré al presidente Abas, al rey Abdalá (de Jordania) y a otros", dijo Kerry durante un discurso en la sede de la Unesco en París.

Cisjordania y la parte palestina de Jerusalén este, anexada y ocupada por Israel, parecen sumirse en lo que podría convertirse en una tercera intifada.

Los palestinos acusan a Israel de querer modificar el statu quo, lo que Netanyahu niega. Asimismo, negó firmemente la idea que Israel atribuye a Francia y que estará contenida en una declaración del Consejo de seguridad de la ONU, de una presencia internacional en la explanada.

"Israel rechaza la propuesta francesa en el Consejo de seguridad porque no incluye ninguna mención a la incitación a la violencia y al terrorismo de los palestinos", señaló Netanyahu. El ministerio de Relaciones Exteriores israelí llegó a acusa a París "de recompensar al terrorismo palestino.

El papa Francisco dijo este domingo que sigue con gran inquietud la situación de tensión y violencia que aflije a la Tierra Santa".

 

- Israel toma medidas de seguridad -

 

Este domingo, Israel tomó mayores medidas de seguridad, tras la profusión de agresiones palestinas con arma blanca y el ataque a un grupo de israelíes que visitaban ilegalmente un lugar santo de Cisjordania, que fue incendiado el viernes.

Entre otras, la municipalidad de Tel Aviv prohibió el acceso a las escuelas al personal de limpieza durante las horas de clase por temor a eventuales atentados. La medida alcanza "tanto a los (empleados) árabes como israelíes", señaló. Los árabes israelíes (17,5% de la población), ciudadanos de Israel claramente solidarios con los palestinos, representan gran parte del personal no docente en las escuelas.

El incidente en la tumba de José, en Cisjordania ocupada, y los ataques casi diarios desde el pasado 1 de octubre, han generado una espiral de violencia imparable que hace temer una nueva intifada en los territorios palestinos ocupados.

Israel ha establecido puestos de control en las zonas palestinas de Jerusalén Este, de donde proceden varios de los atacantes con cuchillo, y ha reforzado sus patrullas con centenares de soldados.

Pero la mayoría de los agresores son jóvenes palestinos, que actúan por cuenta propia, y probablemente no ignoran que pueden ser abatidos a balazos por los soldados israelíes. 

Un total de 41 palestinos, buena parte de ellos atacantes con arma blanca, murieron desde el inicio de los enfrentamientos, a principios de mes, que dejaron siete víctimas mortales del lado israelí.

 

- Ataque a grupo de judíos -

 

Este domingo, varios israelíes que visitaban la tumba de José, un lugar santo del judaísmo que fue incendiado el pasado viernes, fueron atacados por palestinos antes de ser evacuados por el ejército.

El grupo penetró en Naplusa sin autorización del ejército en la madrugada del domingo. Una vez en el lugar, fueron atacados por palestinos. Enseguida fueron evacuados por soldados israelíes en coordinación con policías palestinos, según explicó un portavoz militar.

Según la radio del ejército, unos 30 israelíes llegaron para rezar a la tumba de José y cinco de ellos fueron detenidos por haber entrado sin autorización a Naplusa.

La policía israelí consideró la visita como "totalmente irresponsable" y dijo que el incidente "pudo haber terminado de forma trágica".

Decenas de palestinos habían incendiado este lugar santo el viernes, con cócteles molotov.

Para los judíos, este lugar alberga los restos de José, uno de los doce hijos de Jacobo. Pero también es venerado por los musulmanes -para quienes en la tumba se halla una figura religiosa local-, y por los samaritanos, una secta separada del judaísmo.

Este incidente se produjo al día siguiente de otra ola de violencia en la que cuatro palestinos fueron abatidos y otro más herido tras intentar apuñalar a israelíes, incluyendo varios soldados, en Jerusalén Este y Cisjordania ocupada.

La espiral de violencia refleja la situación de una juventud palestina que escapa a cualquier control político, y expresa su cólera contra la ocupación y la colonización israelíes.

Sin embargo, tras la violenta jornada del sábado, unos 2.000 manifestantes se reunieron por la noche en el centro de Jerusalén convocados por organizaciones israelíes de izquierda con el lema "Judíos y árabes se niegan a ser enemigos", según constató un periodista de la AFP.

Además, en esta jornada, decenas de personas se concentraron ante la embajada de Israel en Madrid para mostrar su apoyo a este país ante la escalada de violencia de los últimos días en la región.