Controversia generó la llegada del cabecilla de las Farc Joaquín Gómez a la mesa de negociaciones de La Habana, Cuba.
Por un lado el senador del Centro Democrático, Alfredo Rangel, dijo que puede estarse fortaleciendo la guerrilla desde la mesa de negociación y, por el otro, el presidente de la Conferencia Episcopal, monseñor Luis Augusto Castro, señaló que es una muestra de que las Farc quieren la paz y están en serio el proceso.
El arzobispo de Tunja expresó que conoce bien a Joaquín Gómez, comandante del bloque sur de las Farc y recordó que es el único del secretariado que no había ido a La Habana.
Indicó que esta situación se podía convertir en un hecho de paz. “Es un hecho positivo, Joaquín Gómez, es una persona a la que conozco muy bien, he tenido muchos diálogos con él y hay que seguir apoyando los diálogos con la guerrilla de las Farc”.
Frente a este tema el senador del Centro Democrático, Alfredo Rangel, dijo que “las Farc se han venido fortaleciendo en el transcurso de los diálogos, según algunos análisis la guerrilla ha regresado a más 120 municipios de donde habían sido expulsados”.
El congresista recalcó también que “el Estado les está dando la oportunidad a las Farc para hacer una reunión a la conferencia que nunca han podido hacer en los últimos años y eso podría traer unas consecuencias graves para la seguridad nacional”.
Manifestó también que la guerrilla está completando el quórum del secretariado en La Habana. “Hacía más de 10 años que no se reunía el secretariado y ahora están aprovechando los diálogos de Cuba para hacerlo”.
Monseñor Castro agregó sobre el proceso de paz que “creo que se han tocado muchos temas relacionados con la paz. Pero los temas más álgidos, más difíciles, son los que hay que enfrentar ahora”.
Entre tanto el congresista Rangel recordó que “no veo positivo es el contenido y la manera como se están desarrollando los diálogos, nosotros hicimos públicas 68 objeciones en contra de los tres acuerdos parciales que se han publicado”.
Dijo, además, el legislador que ahora lo que se espera es que las objeciones sean tomadas en cuenta por el gobierno con la finalidad de que se reformulen los acuerdos que son considerados por el Centro Democrático como lesivos para el país en muchos aspectos.
El arzobispo de Tunja indicó que los temas que vienen toman su tiempo y no es el caso de correr, simplemente por ahorrar tiempo, sino de llegar a unas soluciones bien diseñadas, donde no se acepte impunidad, pero que también se pueda aplicar la justicia transicional para salir del atolladero en el que estamos.