El presidente estadounidense, Barack Obama, calificó de "muy preocupante" la posibilidad de que el régimen sirio haya bombardeado una zona rebelde con armas químicas en tanto que Rusia, aliada de Damasco, pidió verificar esas denuncias aunque juzgó "inaceptables" los llamados europeos a una intervención internacional.
"Lo que hemos visto indica que es claramente un hecho muy preocupante", afirmó Obama, al referirse a las denuncias de un ataque con gases tóxicos en las afueras de Damasco que el miércoles pasado habría dejado, según la oposición siria, 1.300 muertos.
"Estamos recabando información sobre ese hecho", agregó Obama, sin precisar si los indicios apuntaban específicamente a un ataque químico, un acto con el que en teoría el régimen de Bashar al Asad habría cruzado la "línea roja" que el mandatario norteamericano fijó hace un año.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, advirtió que un ataque con armas químicas sería considerado "un crimen contra la Humanidad", de "graves consecuencias".
El régimen sirio negó categóricamente el uso de ese tipo de armamentos.
Y el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), una ONG con sede en Gran Bretaña que se basa en una amplia red de activistas y médicos, contabilizó 170 muertos en esa zona, aunque no confirmó el uso de armas químicas.
Obama se ha mostrado reacio hasta ahora a ordenar una acción militar para proteger a los civiles sirios, expuestos a un conflicto que en casi dos años y medio dejó más de cien mil muertos y provocó el éxodo de unas dos millones de personas, la mitad de ellas niños, según datos de la ONU.
En Europa, en cambio, se multiplican los llamamientos para que la ONU presione al régimen de Asad y a favor de una intervención militar.
"Creemos que es un ataque químico a gran escala del régimen de Asad, pero nos gustaría que las Naciones Unidas fuesen capaces de determinarlo", dijo el viernes el jefe de la diplomacia británica, William Hague.
La jefa de la diplomacia de la Unión Europea, Catherine Ashton, aseguró que "la comunidad internacional tiene que actuar con sentido de urgencia y responsabilidad" para promover una "solución política".
El ministro francés de Relaciones Exteriores, Laurent Fabius, ya había urgido el jueves a reaccionar "con fuerza" si se confirmaba una masacre por la utilización de armas químicas.
El enviado especial de la Liga Árabe y de la ONU, Lakhdar Brahimi, indicó que el conflicto sirio "es sin ninguna duda la mayor amenaza para la paz y la seguridad en el mundo hoy".
Rusia rechaza "ola de propaganda antisiria"
Rusia denunció una "oleada de propaganda" contra su principal aliado en Medio Oriente.
"En este contexto de nueva oleada de propaganda antisiria, creemos que los llamamientos de algunas capitales europeas a ejercer presión sobre el Consejo de Seguridad de la ONU y ahora mismo a tomar una decisión sobre el uso de la fuerza son inaceptables", afirmó el ministerio ruso de Relaciones Exteriores en un comunicado.
El texto añade que existen indicios de que el ataque fue "claramente una provocación" de los rebeldes y asegura que las imágenes de internet que implican al régimen fueron colgadas antes de que tuviera lugar la operación.
Las imágenes distribuidas por los activistas en las que puede verse a niños inconscientes, gente echando espuma por la boca y médicos proporcionándoles oxígeno provocaron el rechazo internacional.
El ministerio ruso también acusó a los rebeldes de "impedir" una investigación objetiva.
Previamente, el ministro ruso de Relaciones Exteriores, Sergei Lavrov, en otro comunicado emitido tras mantener una conversación telefónica con su homólogo estadounidense, John Kerry, indicó que Moscú "pidió al gobierno sirio que coopere con los expertos químicos de la ONU" que se hallan en Siria investigando en otras tres zonas en las que supuestamente se cometieron ataques con armas químicas.
"Ahora le corresponde a la oposición garantizar un acceso seguro a la misión en el lugar del incidente", que se produjo en una zona controlada por los rebeldes, señala el comunicado, que subraya que Lavrov y Kerry quieren una "investigación objetiva" de la ONU.
Ban Ki-moon reclamó que el equipo de inspección de Naciones Unidas presente en Siria pueda investigar esos presuntos ataques. "No hay tiempo que perder", subrayó.
Damasco negó la utilización de armas químicas y restó importancia a la posibilidad de que el equipo de investigadores de la ONU visite el lugar de los últimos ataques.
"A nivel internacional, hay una convicción creciente de que si hubo un ataque con armas químicas fue perpetrado por terroristas, pero puede que esto sea una gran farsa", indicó un funcionario de seguridad.
Un activista de Moadamiyet al Sham, el suburbio del suroeste de Damasco donde el supuesto ataque tuvo lugar, indicó a la AFP que ayudó a enterrar a decenas de civiles que murieron por "asfixia".
La veracidad de los vídeos colgados en la red por los activistas no pudo comprobarse.
La AFP analizó una de las imágenes más impactantes utilizando un software especial y concluyó que no fue manipulada y que fue tomada efectivamente el 21 de agosto, como se indicaba.
Los expertos señalaron que las convulsiones, el aspecto de las pupilas y la dificultad para respirar pueden ser síntomas de gas nervioso, pero insistieron en que las muestras de sangre y de orina son las que pueden determinarlo con exactitud.
Un millón de niños refugiados
El número de niños refugiados en el extranjero por la guerra civil en Siria alcanzó el millón este viernes, al tiempo que otros dos millones están desplazados en el interior de su país, anunció la ONU.
"Este millonésimo niño refugiado no es un número como otro cualquiera, es un niño real, arrancado a su hogar, quizás también a su familia, confrontado a horrores", declaró el director de la UNICEF, agencia de la ONU para los derechos del niño, Anthony Lake, en un comunicado publicado en Ginebra.
Los niños constituyen al menos la mitad de todos los refugiados sirios, según las cifras de la ONU.
La mayoría encontraron refugio en Líbano, Jordania, Turquía, Irak y Egipto, pero cada vez son más numerosos los que huyen al norte de África y Europa.
Las cifras más recientes de la ONU señalan 740.000 refugiados sirios menores de 11 años.
"Está en juego nada menos que la supervivencia y el bienestar de una generación de inocentes", declaró por su parte Antonio Guterres, alto comisionado de la ONU para los refugiados (ACNUR).
"Los jóvenes de Siria pierden sus hogares, sus familias y su porvenir. Incluso después de cruzar la frontera, siguen traumatizados, depresivos, y necesitan razones para esperar", añadió.
Por otro lado, en el interior de Siria, más de dos millones de niños se encuentran desplazados huyendo de los conflictos.
Según la ONU, más de 100.000 personas han muerto desde el inicio de la violencia, hace dos años, y entre ellos habría 7.000 niños.
La ONU indicó asimismo que 3.500 niños están refugiados en Jordania, Líbano e Irak sin acompañamiento familiar.
El ACNUR ha logrado registrar cada niño refugiado por su nombre y pide a las madres que dan a luz en el extranjero que obtengan partidas de nacimiento para que sus hijos no sean apátridas./AFP