Estados Unidos expresó este martes su preocupación tras la condena a 20 años de cárcel contra el ex presidente islamista Mohamed Mursi y otros 14 de sus adeptos a pesadas penas.
La portavoz del Departamento de Estado Marie Harf dijo que Washington estaba "preocupado" por estas sentencias y que revisará las bases" de la decisión de la corte para la condena contra Mursi".
"Todos los egipcios merecen tener un trato igualitario y justo ante la ley", agregó.
El expresidente islamista de Egipto, Mohamed Mursi, derrocado en 2013 por el ejército, fue condenado el martes a 20 años de prisión por haber estado implicado en la detención y las torturas de manifestantes durante su mandato.
Mursi fue en cambio absuelto del cargo de incitación al asesinato de dos manifestantes y un periodista durante una protesta ante el palacio presidencial en 2012, por el que la mayoría de observadores esperaba que fuera condenado a muerte.
Otros 12 coacusados, esencialmente responsables de su cofradía de los Hermanos Musulmanes y de su gobierno, fueron condenados a 20 años de prisión por los mismos cargos, es decir haber "usado la violencia, detenido y torturado manifestantes" durante una manifestación el 5 de diciembre de 2012 ante un palacio presidencial.
Dos responsables más fueron condenados a 10 años.
Los 15 acusados fueron absueltos de las acusaciones de asesinato, lo que parece un veredicto relativamente clemente si se tienen en cuenta las penas capitales sistemáticamente pronunciadas en otros juicios contra los Hermanos Musulmanes.
Mursi ganó las primeras elecciones presidenciales democráticas celebradas en Egipto tras la caída de Hosni Mubarak en 2011.
Su abogado indicó que iba a recurrir la sentencia.