José María Figueres, jefe de la misión de la Organización de Estados Americanos (OEA) que vigiló las elecciones presidenciales en Colombia, dijo a medios locales que el organismo está preocupado por el nivel de abstención en los comicios que alcanzó un alarmante 60 por ciento.
Para Figueres, de mantenerse esta tendencia en la segunda vuelta, la legitimidad del futuro presidente colombiano se vería comprometida al ser elegido por un porcentaje mínimo de votos en comparación con el tamaño de la población.
En opinión del organismo internacional, el desencanto electoral pudo ser causado por el manejo negativo que los candidatos Oscar Iván Zuluaga y el actual presidente Juan Manuel Santos dieron a sus campañas envueltas en escándalos de interceptaciones ilegales y nexos económicos con narcotráfico.
"La misión considera que el tono negativo de las campañas pudo ser una de las causas del alto nivel de abstencionismo. La campaña centrada en el ataque personal no contribuye a la participación y aleja a los votantes (...) Esto invariablemente le hace un daño severo a la democracia y al liderazgo político a largo plazo", dijo Figueres.
Por esta razón hizo un llamado a los aspirantes presidenciales para que en los próximos días de campaña antes del 15 de junio, día programado para la segunda vuelta electoral, se promueva el ejercicio del voto a través del debate y la discusión sobre los planes de gobierno y no a través de la guerra sucia.
La OEA destacó, además, la eficiencia de la Registraduría colombiana que en tiempo récord entregó los resultados y celebró que las guerrillas de las FARC y del Ejército de Liberación Nacional (ELN) hayan respetado el cese al fuego durante los comicios.
El organismo vigilará las elecciones del 15 de junio cuando se conocerá el nombre del nuevo presidente colombiano que conducirá al país durante los próximos cuatro años.