Preocupa crecimiento "excesivo" de la banca | El Nuevo Siglo
Miércoles, 1 de Octubre de 2014

El Fondo Monetario Internacional advirtió este miércoles del "crecimiento excesivo" del sistema bancario paralelo, o también llamado "shadow banking" (bancos en la sombra), por los que transitan miles de millones de dólares y que podrían amenazar la estabilidad financiera, sobre todo en Estados Unidos.

Los actores de este mercado en plena expansión (fondos de inversiones, fondos monetarios, sociedades financieras, aseguradoras...) actúan "como bancos" prestando dinero procedente de inversores pero sin someterse a ninguna regulación, indicó en un reporte el FMI.

Las sumas manejadas por este sistema paralelo ascienden hoy a unos 70 billones de dólares, no muy lejos de los 72,1 billones del producto interior bruto mundial en 2013.

 

"Es bastante grande", dijo a la prensa Gaston Gelos, jefe de la División de Análisis Financiero Global del FMI, "es muy importante entender lo que está pasando ahí para ser capaz de evaluar los riesgos".

Según el reporte, Estados Unidos es el país más expuesto (entre 15 y 25 billones de dólares), seguido de la zona euro (entre 13,5 y 22,5 billones) y los países emergentes (7 billones), indica el reporte sobre estabilidad financiera.

En los países en desarrollo la banca paralela ha crecido sobre todo en China, donde los bancos enfrentan controles en los tipos de interés, llevando a los ahorristas a buscar mejores rendimientos en bancos externos.

 

El FMI estima que la banca paralela asciende al 35-50 por ciento del Producto Interior Bruto, y subraya que el sector necesita un "seguimiento cercano".

 

"Los bancos en la sombra han tendido a prosperar cuando las regulaciones bancarias estrictas se ponen en marcha, lo que lleva a una evasión de las normas", destacó Gelos.

 

Este mercado también prospera en un entorno financiero de bajos tipos de interés en los grandes países industrializados, que lleva a los inversores a buscar "rendimientos más elevados".

Según el FMI, la banca paralela puede ser beneficiosa para estimular la actividad en países emergentes donde el sector bancario tradicional está limitado por sus "capacidades" o por los obstáculos "regulatorios".

Pero también conlleva "riesgos" si los inversores reclaman su dinero simultáneamente, ya que los actores de este mercado podrían ser incapaces de reembolsarlo y de vender rápidamente sus cuentas de crédito, dice el informe del FMI.

 

"Esto podría llevar a unas ventas y compras similares a las que tuvieron lugar durante la crisis financiera mundial" de 2008, recuerda la institución, que pidió a los países que supervisen este mercado para mantener un sistema financiero "seguro".

El FMI recomienda una cooperación internacional, necesaria para evitar que el fortalecimiento de las reglas en el Estado lleve a una "migración" de este mercado a países con normas más laxas.

Según Gelos "esto necesita ser reevaluado continuamente porque éste es un sector muy dinámico".