El consumo de la bebida en Colombia no llega a las dos libras por año por habitante. Hay que desmitificar creencias y hacer campañas que inviten a que los colombianos tomen café, Hay mucho por hacer en promoción del producto
______________
Hace algunos días el sector cafetero del país mostró su preocupación por el bajo consumo de la bebida por parte de los colombianos, que apenas llega a cerca de 10% del total de la cosecha que para 2017 totalizó 14,2 millones de sacos.
Es decir que cada colombiano consume al año menos de un kilo de café, lo que en la tierra que produce el café más suave el mundo es una paradoja.
Son muchas las causas que tienen que ver con ese comportamiento. Según expertos hay mitos sobre el café y la salud, o la bebida y la edad del consumidor, o también la calidad del grano que se vende en el país o los costos de la libra de café en el mercado nacional.
Cuestión cultural
El expresidente de la Asociación Nacional de Exportadores de Café, Jorge Lozano, dijo a EL NUEVO SIGLO, que en este comportamiento hay un importante componente cultural.
“Me acuerdo que cuando era niño al desayuno o las onces nos daban chocolate, porque según los médicos el café era malo para los más jóvenes de la familia”.
Eso, sostuvo el experto, es una mentira, pero afortunadamente “las cosas han venido cambiando y ahora los niños consumen café, poco pero ya las mamás permiten que tomen la bebida de vez en cuando”, señaló.
Para cambiar esa forma de ver a la bebida nacional es importante que los caficultores del país, apoyados en el Fondo Nacional de Café realicen campañas que incrementen el consumo, que lleven a que más personas ingresen a tomar café en todas las formas que se conocen hoy, puyes ya no solo es el tradicional tinto o café con leche lo que se puede preparar con el fruto de Colombia.
Por ejemplo en Brasil hay un programa pagado por el Gobierno en el cual se invita a los habitantes de ese país a consumir café desde tempranas edades.
También hay que hablar con los médicos, el café, tres o cuatro tazas al día no hacen daño, mantienen a la gente atenta, concentrada, claro que si se toma en exceso, como todo hace daño, puntualizó el dirigente cafetero.
Precio
Según Lozano, otro de los factores que afecta el consumo de café en el país es el alto costo del producto en los mercados.
No es posible, dijo, que en uno de los mayores productores de la rubiácea en el mundo una libra llegue a costar más de $30 mil, eso lastima el bolsillo de las familias, pues su costo es muy alto para el común de los colombianos.
Dijo que por ejemplo, una libra en el mercado internacional vale US$1,50, unos $4.500 con dólar a $3.000, hace que ese grano que se vende en Colombia en $30 mil, tenga un precio 400% o 500% superior al que se consigue en el mercado internacional.
Ahora, hay marcas excelentes con café de primera calidad, pero son costosas para la gran mayoría de los colombianos.
Hacer pedagogía
Armando Benavides, quien es miembro del Comité Directivo Nacional de la Federación Nacional de Cafeteros de Colombia, dijo que resulta vergonzoso que un país que el año anterior produjo más de 14 millones de sacos de café, no consuma ni siquiera el 10% de esa oferta. Según Benavides el tema tiene que ver con aspectos culturales en donde las familias no pudieron afianzar ese sentido de pertenencia que hiciera que se consumiera el buen café sembrado con mucho juicio y amor en las montañas colombianas.
“Tenemos que culturizar y hacer pedagogía para saber porque estamos tan alejados del consumo de café. Todos sabemos que tenemos el mejor café del mundo, pero no lo estamos consumiendo aunque hay que reconocer que hoy en día ya se está desarrollando todo un esquema de promoción y de divulgación a través de las tiendas Juan Valdez, y de otras que ya erigieron los caficultores en otras ciudades con lo cual es viable aprender a diferenciar los orígenes, los sabores y la esencia misma de nuestros caficultores lo cual contribuye mucho al valor agregado y al beneficio de nosotros los productores que vamos a tener mejores ejercicios si se consume más y mejor café en Colombia”, expresó el cafetero.
Cuestión de calidad
Benavides dijo que el tema siendo muy comercial puede mejorar porque hay firmas que venden cafés de regular calidad los cuales vienen mezclados con pasillas o granos importados de Ecuador y otras latitudes porque finalmente a la industria le interesa procesar y vender lo que sea, dejando de lado la calidad y quizás negándose la oportunidad de vender un producto de mucha más calidad así tenga que cobrar algo más, pero es un asunto de amor por lo de la casa y a generar apego con lo que le da identidad y pertenencia a Colombia.
Para el directivo, un grano bueno no es caro sino costoso, pero reconoció que en Colombia existe la tendencia a consumir un café “barato”, hay que concientizar a los colombianos que deben tomar café del bueno que puede ser costoso, justamente porque es bueno y muy exclusivo que es lo que debe marcar la diferencia.
“Si empezamos a consumir un producto bueno, emblemático y sembrado en Colombia, de las manos de nuestros caficultores, vamos a apreciar la calidad, el sentido de café nuestro de Colombia y a eso tenemos que apostarle porque eso genera pertenencia y estimula el consumo de un buen café, tendencia que generalmente empieza por uno y por el entorno familiar que deben ver en el café un buen motivo para estar en casa y al calor que ofrece el apreciado bebestible”, apuntó.
“Solo creando una cultura de café en Colombia, haciendo que las personas se enamoren más de sabores y aromas, y conociendo los pormenores del hermoso y prodigioso mundo del café, habrá forma de marcar diferencias y de aumentar consumos de grano nacional porque a la gente hay que enseñarle de café y de todas las opciones que tiene para degustar el paladar con suave grano nacional”, dijo.
Síganos en nuestras redes sociales: