Atenas anunció que sus equipos técnicos y los de sus acreedores comenzaron a redactar un borrador de acuerdo para la entrega de parte del segundo plan de rescate financiero al país.
"Se han dado grandes pasos, estamos cerca de un acuerdo", aseguró el primer ministro Alexis Tsipras, en la capital griega.
La Unión Europea no quiso, sin embargo, confirmar la noticia, un día antes de que los expertos técnicos del Eurogrupo se reúnan para abordar la crisis griega.
El miércoles por la mañana, el vicepresidente de la Comisión Europea encargado del euro, Valdis Dombrovskis, sólo había mencionado "un avance gradual" en las conversaciones técnicas, en particular sobre el IVA.
Por la noche, el ministro de Finanzas alemán Wolfgang Schäuble aseguró por su parte que las negociaciones "no han avanzado mucho". "Me sorprende cuando Atenas nos diga que estamos cerca de un acuerdo", explicó a la televisión alemana desde Dresde (este), donde preside una reunión de ministros del G7.
Sin embargo una fuente gubernamental griega afirmó por la tarde que los equipos técnicos que representan a Atenas y sus acreedores —el Banco Central Europeo, la Comisión Europea y el Fondo Monetario Internacional (FMI)— habían comenzado "el trabajo de redacción de un acuerdo".
El marco de ese acuerdo incluiría la aceptación de un objetivo de menor superávit primario (sin contar los intereses de la deuda), reformas del IVA y un alivio de la deuda, que ronda el 180% del PIB, según la misma fuente.
Respecto a las pensiones, una de las cuestiones que más preocupan al FMI y una de las "líneas rojas" del gobierno izquierdista, Atenas aceptaría limitar las prejubilaciones y realizar un estudio sobre la sostenibilidad del sistema actual.
- Divergencias de opinión -
El gobierno griego insiste en que no tendría que realizar nuevos recortes sobre los sueldos y las pensiones, según ese acuerdo.
El anuncio de un principio de borrador animó a las bolsas europeas, que registraron importantes alzas (+3,55% en Atenas).
Pero el ejecutivo lamentó el problema causado por "las diferentes posturas que defienden los acreedores. Si el FMI hubiera dado su aval, el acuerdo ya se habría cerrado", aseguró la fuente del gobierno griego.
"Esa divergencia de posturas se observa cuando los europeos [Comisión y BCE] piden un acuerdo rápido antes de finales de mayo, mientras que el FMI, por el intermediario de sus representantes se muestra favorable a un acuerdo global y no a una solución provisional conseguida rápidamente", añadió.
El propio Tsipras usó ese mismo argumento poco después. "Nos enfrentamos a tres instituciones distintas, que a menudo tienen ideas opuestas. Y a otros países que tienen enfoques distintos y diferentes motivaciones políticas", dijo.
El secretario estadounidense del Tesoro, que estaba en Londres, advirtió sobre el riesgo de "un error de cálculo" en los reembolsos al FMI "que podrían llevar a una crisis potencialmente perjudicial" y pidió esfuerzos para llegar a un acuerdo.
Por su parte el ministro de Finanzas francés, Michel Sapin, deseó a su llegada a Dresde "que pasemos de la fase de las negociaciones a la fase del papel" para firmar un acuerdo.
Grecia necesita el tramo de ayuda de 7.200 millones, ya que apenas dispone de liquidez para afrontar los próximos vencimientos de deuda (1.600 millones de euros a pagar en total al FMI en junio) y, a nivel interno, para pagar salarios de funcionarios y pensiones.
El gobierno aseguró que podrá pagar los salarios y las pensiones de mayo, pero varios responsables, en su mayoría del ala izquierdista del gobernante Syriza, indicaron la semana pasada que Grecia no podría reembolsar al FMI en junio.
Los miembros del ejecutivo implicados en las negociaciones con los acreedores no confirmaron que se vaya a producir un impago al FMI.