El mediador de la ONU y de la Liga Árabe Kofi Annan afirmó que "potencias extranjeras" motivaron la violencia en Siria, de cara a la reunión ministerial sobre este país prevista para el sábado en Ginebra.
"Hay muchas potencias extranjeras profundamente involucradas. A pesar de la unidad formal que hay detrás de los seis puntos del plan, la desconfianza mutua los ha hecho trabajar en desacuerdo", expresó Annan en un comentario publicado este viernes por el Washington Post.
"Intencionalmente o no, incentivaron al gobierno y a parte de la oposición a creer que la fuerza es la única opción. Esto no le conviene a nadie. Y mucho menos a todo el pueblo sirio", añadió, sin mencionar a los países involucrados.
Entre tanto miles de personas se manifestaron en Siria, un día después de la muerte de más de 180 personas en una de las jornadas más mortíferas desde el inicio del conflicto en el país, objeto de una entrevista bilateral entre los cancilleres de Estados Unidos y Rusia.
El encuentro de Hillary Clinton y Serguei Lavrov en San Petersburgo de este viernes se lleva a cabo la víspera de una reunión internacional crucial prevista en Ginebra.
Estados Unidos, Francia o incluso Gran Bretaña podrían boicotearla si consideran que el plan del enviado especial de la ONU y la Liga Árabe, Kofi Annan, que prevé un gobierno de transición en Siria, corre el riesgo de no adoptarse.
El conflicto es cada vez más sangriento, con balances, las últimas semanas, superiores al centenar de víctimas cada día. El del jueves alcanzó los 183 muertos, entre ellos un centenar de civiles y 60 soldados, según las cifras del Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
En más de 15 meses de revuelta, las operaciones de represión y, desde hace algunos meses, los combates entre el ejército y los rebeldes dejaron más de 15.800 muertos, en su mayoría civiles, según el OSDH.
Miles de personas se manifestaron como todos los viernes en toda Siria a pesar de la intensificación de los combates y de las operaciones en las ciudades, al llamado de los militantes que dijeron confiar en "la victoria divina" contra el régimen del presidente Bashar al Asad.
En total, 25 personas, en su mayoría civiles, murieron por la violencia el viernes, según el OSDH.
Confiado en el respaldo de parte de la población, Asad no reconoce las protestas y afirma que combate "grupos terroristas". Acusa además a las potencias occidentales de apoyar militarmente "de manera encubierta" a la rebelión, en una entrevista difundida el jueves por la televisión estatal iraní.
Estos últimos días la violencia se acercó a los centros del poder: un ataque contra un canal oficial dejó siete muertos el miércoles en el centro de Damasco y un atentado con bomba dejó tres heridos el jueves en un estacionamiento del palacio de justicia.
En paralelo, tropas sirias se apostaron el viernes a unos 15 km de la frontera con Turquía, afirmó a la AFP un alto responsable rebelde. "Se trata de una demostración de fuerza frente a los turcos, que reforzaron su presencia en la frontera con Siria" tras el incidente con el avión de combate turco derribado por los sirios, dijo.
Interrogado por la AFP un portavoz del ministerio sirio de Relaciones Exteriores aseguró que "no hay intenciones hostiles de parte de Siria".
La víspera, la prensa turca había afirmado que Ankara había enviado vehículos militares y una batería de misiles tierra-aire a la frontera siria después de que su avión de combate fuera derribado.
¿Una reunión en la cuerda floja?
En el frente diplomático, el ministerio ruso de Relaciones Exteriores dijo que consideraba la reunión crucial sobre Siria, el sábado en Ginebra, un "paso positivo" para alcanzar un "consenso internacional", mientras que este encuentro parece amenazado por las objeciones de Moscú al plan de Kofi Annan.
"Vemos la reunión de Ginebra como un paso positivo en la búsqueda de bases para lograr un posible consenso internacional en vistas de la regularización de la situación en Siria", dice el comunicado de la cancillería rusa antes de un encuentro previsto por la noche en San Petersburgo entre Lavrov y Clinton.
La reunión de Ginebra debe llevarse a cabo con la presencia de los jefes de la diplomacia de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU y de tres países árabes, así como de los secretarios generales de la ONU y la Liga Árabe.
Pero Moscú, principal aliado del régimen Asad, advirtió que no había un acuerdo final sobre el plan Annan y mantiene su rechazo a una solución impuesta desde el extranjero.
Para intentar salvar la reunión, Kofi Annan convocó el viernes a una reunión preparatoria de altos funcionarios de las cinco principales potencias y se entrevistó con sus ministros de Relaciones Exteriores.
Según un diplomático, la organización de la conferencia depende sobre todo del encuentro bilateral de los cancilleres estadounidense y ruso.
En un documento preparatorio, del que la AFP obtuvo una copia, Annan plantea etapas "claras e irreversibles" hacia una transición democrática en Siria, entre ellas un "gobierno provisorio de unión nacional".
Aquellos que, con su presencia, "puedan perjudicar la credibilidad de la transición y poner en peligro la estabilidad y la reconciliación" estarían excluidos de este gobierno de unión, agrega el texto sin dar más precisiones.
Según fuentes diplomáticas esta cláusula podría implicar la salida del poder del presidente Asad, algo que la oposición siria considera como una condición indispensable para empezar el diálogo.