Aunque no se puede desconocer que la Carta Política contiene claros elementos ideológicos porque es profusa en ser garantista y protectora de los derechos fundamentales, la elección que hace el Congreso de la República de los magistrados de la Corte Constitucional debe estar despojada de considerar las posturas ideológicas de los aspirantes, buscando con ello mantener un equilibrio en las tendencias y por ende ponderación en las decisiones a cargo del alto Tribunal.
En ello coincidieron de alguna forma varios ex magistrados de la Corte Constitucional consultados por EL NUEVO SIGLO, a propósito que ya toma fuerza el proceso para la elección del reemplazo de Mauricio González Cuervo en este Tribunal, quien el 7 de octubre próximo finaliza su periodo de 8 años.
La Corte Constitucional tiene la misión de ser guardián de la Carta Política y en cumplimiento de ello decidir sobre las demandas de inconstitucionalidad que promuevan los ciudadanos contra los actos reformatorios.
Además, entre otros, decidir sobre las demandas de inconstitucionalidad que presenten los ciudadanos contra los decretos con fuerza de ley dictados por el Gobierno y contra las leyes, tanto por su contenido material como por vicios de procedimiento en su formación.
En ese sentido hay decisiones sobre temas especialmente sensibles para la sociedad colombiana sobre los cuales la Corte se ha pronunciado y que por lo mismo han sido polémicas, como la despenalización del aborto en tres situaciones excepcionales; la vía libre a la eutanasia para enfermos terminales y la adopción por parejas del mismo sexo cuando el menor es hijo de uno de ellos.
Precisamente por estos días, la Corte Constitucional está a punto de tomar una decisión sobre la pretensión del matrimonio de parejas del mismo sexo.
En el alto Tribunal predomina hoy la tendencia liberal de sus magistrados, pues se considera con esa postura a María Victoria Calle Correa, Gloria Stella Ortiz Delgado, Luis Ernesto Vargas Silva, Jorge Iván Palacio, Alberto Rojas y Mauricio González Cuervo.
En tanto que los togados considerados como más conservadores son Jorge Ignacio Pretelt Chaljub, Luis Guillermo Guerrero Pérez y Gabriel Eduardo Mendoza Martelo.
Opiniones
El exmagistradoHumberto Sierra Porto consideró que las posturas ideológicas ni políticas deben ser tenidas en cuenta para ser miembro de la Corte porque lo que debe primar es la defensa de la Carta Política.
“La Constitución colombiana tiene claros elementos ideológicos en el sentido que es una Constitución que es pro derechos humanos, en pro de garantías de los derechos, muy garantista en ese sentido y de cómo deben ser las relaciones entre el Estado y la economía”, entre otros.
En ese sentido consideró que es necesario que los magistrados de la Corte estén de acuerdo con el ideario de la Constitución y “en el ideario de la Constitución tienen que caber de ideología liberal y de ideología conservadora”.
Añadió que “la Constitución es abierta, pluralista, que permite que personas de distintas tendencias coincidan en la defensa de la Constitución”.
Mientras que el exmagistrado José Gregorio Hernández dijo que “eso de tener en cuenta el origen partidista o la orientación ideológica del magistrado no tiene por qué jugar en su elección” para la Corte Constitucional ni otra corporación.
“Es que la función de los magistrados es administrar justicia y la justicia por definición, con mayor razón la justicia constitucional, tiene que ser imparcial. Y si alguien es elegido por su orientación partidista, ideológica o política, están es exigiéndole de antemano parcialidad”.
Añadió que no obstante quien elige los magistrados de la Corte es un órgano político, el Congreso de la República, “no pueden descalificar una persona por cierta orientación o calificarla y elegirla por cierta otra orientación. El Congreso es órgano político pero creo que eso no tiene por qué incidir. Lo que debe incidir en la elección de un magistrado es su hoja de vida, su trayectoria, su probada ética y honestidad, porque lo contrario es continuar con la politización de las altas Cortes, que tanto daño ha causado”.
Sobre el particular también se pronunció el exmagistrado Jaime Araújo Rentería, quien dijo que “todo magistrado que llegue a la Corte debe ser defensor de los derechos humanos” porque esa es la índole de este Tribunal.
Además añadió que un magistrado de la Corte Constitucional debe reunir varios requisitos: “ser honesto, ser capaz, que sea una persona defensora de derechos, que sea independiente y que sea imparcial”.
Araújo hizo énfasis en la independencia y la imparcialidad que deben tener los magistrados del Tribunal constitucional porque es lo que garantiza que los ciudadanos puedan acudir ante un juez “que no es parte ni a favor de nadie sino que es la persona que puede restablecer el derecho y lograr que ese poderoso política, económico o militarmente tenga que responder por la violación del derecho”.