Posconflicto: “las heridas se cierran acabando la impunidad” | El Nuevo Siglo
Jueves, 11 de Julio de 2013

Aunque la jerarquía católica colombiana aún ve lejano el día en que se pueda afirmar que llegó el posconflicto, consideraron ayer que la clave está el reparar a las víctimas, pero también en brindarles justicia porque “las heridas se cierran acabando la impunidad”.

Para el posconflicto debe haber perdón y reconciliación, expresaron los obispos católicos reunidos en la XCV Asamblea Plenaria del Episcopado Colombiano.

Los jerarcas señalaron también que para que exista el posconflicto todos los grupos ilegales deben deponer las armas.

Sobre cómo afrontar el posconflicto, el cardenal Rubén Salazar, arzobispo de Bogotá y presidente de la Conferencia Episcopal Colombiana, le manifestó a EL NUEVO SIGLO que ya en la jerarquía católica se viene trabajando en condiciones de equidad, de perdón, de paz en medio de las comunidades: “Pienso que la Iglesia nunca ha dejado de trabajar porque haya conflicto. Siempre ha estado ahí, en medio de los problemas, atendiendo a las víctimas”.

Poniendo como ejemplo a los presos de la cárcel chiquinquireña de Normandía, que están buscando cómo expresar perdón a las víctimas, el obispo de Chiquinquirá, Luis Felipe Sánchez, sostuvo que “eso lo queremos a nivel nacional para exista el posconflicto”.

Para los prelados católicos, todos deben contribuir a que existan las condiciones para una paz duradera y verdadera.

Juan Vicente Córdoba, obispo de Fontibón, en Bogotá, dijo que el posconflicto es algo muy serio, en el que “ante todo debe existir una claridad muy grande en la reparación de las víctimas. Si no hay reparación, el posconflicto vuelve a encender las heridas que se cierran acabando la impunidad”.

El obispo de Engativá, también en Bogotá, Héctor Gutiérrez, expresó que el problema lo deben atender todos los colombianos.

“Todo lo que se está haciendo en Cuba es una cosa buena, pero de ahí no sale la paz, porque la paz se les prometió a los hombres y mujeres de buena voluntad. Por eso hay que pensar que del conflicto hay que pasar al cambio del corazón”, señaló.

Gutiérrez agregó que lo importante es que exista un perdón, reiniciando el país. Pero en el corazón y en la familia debe haber un cambio porque de lo contrario todo es pasajero.

El obispo de Pereira, Rigoberto Corredor, indicó que Colombia no se ha preparado a conciencia para la paz, porque todavía hay mucho rencor y mucho odio.

“Para el posconflicto creo que hay dificultades. Tenemos que tener una gran paciencia y preparar los corazones para esto. Es una tarea muy grande en que la Iglesia debe ayudar”, indicó.

Fabián Marulanda, obispo emérito de Florencia, Caquetá, manifestó que para el posconflicto se debe trabajar para una equidad, por la justicia, por el bienestar social.

“Nosotros tenemos la idea de que la paz se consigue simplemente que la Farc dejen de hacer daño. Ese es un aspecto. Pero lo otro es lograr la equidad para la parte social y acabar la injusticia”, precisó Marulanda.

Nel Beltrán, obispo de Sincelejo, anotó que en su departamento hay algo muy particular es que la parapolítica ya murió en las elecciones pasadas: “Los alcaldes y el gobernador de hoy le apuntan más que a poner remedios como parches, proyectos que apunten a condiciones de vida mejores para los ciudadanos”.

El presidente del Tribunal Nacional Eclesiástico, Libardo Ramírez, dijo que lo primero es que hay que mirar cuándo va a llegar la paz: “Lo que se tiene que vivir es el arrepentimiento de los crimines y trabajar por acabar con la corrupción e ir en contra del mal”.

El arzobispo de Popayán, Iván Marín, indicó  que el Cauca ha sufrido mucho por la violencia e indicó que si se firma la paz, se espera que todos contribuyan a la reconciliación.

El arzobispo de Tunja, Luis Augusto Castro, cree que lo que debe hacer la Iglesia es ayudar a que las persona no tengan resentimiento alguno: “Este paso se facilita si la guerrilla reconoce los males que se ha hecho”.

Ugo Puccini, obispo de Santa Marta, no se mostró muy optimista y manifestó que para que exista posconflicto falta mucho tiempo y dijo que apenas se está dialogando con la guerrilla de las Farc, pero falta superar los conflictos con el Eln y con las bandas criminales.

“Pero debemos estar preparados para evangelizar”, comsideró.