Con mayores dificultades para alcanzar sus objetivos fiscales, Portugal enfrente un duro reto para atacar el alto déficit de sus cuentas, admitieron sus acreedores, y subrayaron que el país de la zona euro, bajo asistencia financiera, está penalizado por la crisis que afecta al bloque económico.
"El objetivo de un déficit a 4,5% del PIB en 2012 sigue siendo alcanzable, pero los riesgos presupuestarios aumentaron netamente" debido a una disminución de los ingresos fiscales, indicó la Comisión en un informe de etapa sobre el programa de austeridad y de reformas impuesto a Portugal por sus acreedores a cambio de un préstamo de 78.000 millones de euros acordado en mayo de 2011.
"Los objetivos siguen siendo alcanzables y deben mantenerse incluso si los riesgos sobre su realización aumentaron", dijo el Fondo Monetario Internacional que, igual que la Comisión europeo, se felicitó por una aplicación "sólida" del plan de ayuda a Portugal.
Estos comentarios intervienen luego de la cuarta misión de evaluación de principios de junio de la "troika" de acreedores (UE, FMI y Banco Central Europeo).
Esta misión dispuso en junio que se liberara un nuevo tramo de 4.000 millones de euros a Lisboa llevando a 57.100 millones de euros los fondos que ya recibió el país, es decir "más del 70%" de la partida global prevista para este programa en tres años.
Pero desde entonces, el horizonte se oscureció. Según cifras oficiales, el déficit público aumentó a 7,9% del PIB en el primer trimestre de 2012, lo que complica el objetivo del gobierno portugués de alcanzar un déficit de 4,5% para fin de año y de 3% el año próximo.