La justicia panameña concedió arresto domiciliario temporal al exdictador panameño Manuel Antonio Noriega, quien purga una condena por la desaparición de opositores, para que pueda operarse de un tumor cerebral, anunció este lunes su abogado.
La Corte Suprema de Justicia habría tomado en cuenta "las recomendaciones que han hecho los médicos" de Noriega para aceptar el traslado a su domicilio, explicó Ezra Ángel a la AFP.
El presidente de Panamá, Juan Carlos Varela, aclaró que la medida es "temporal" y "no permanente" porque Noriega "tiene que prepararse para una operación".
El mandatario añadió que a través de intermediarios solicitó a Noriega "pedir perdón" a las víctimas, sobre todo "a las familias más afectadas" por el gobierno militar, aunque exdictador ya pidió perdón en 2015 durante una declaración leída a un medio local desde la cárcel.
Noriega, de 82 años, está preso en la cárcel El Renacer, a orillas del Canal de Panamá, donde cumple tres condenas de 20 años por desaparición de opositores durante su régimen (1983-1990).
El exdictador tiene un tumor benigno en el cerebro, por lo que sus allegados habían solicitado que fuera trasladado a su domicilio y se preparara adecuadamente para la operación.
El año pasado, el equipo médico del hospital público Santo Tomás, en la capital panameña, fijó para julio esta operación, que fue rechazada por familiares del detenido por no tener, según ellos, el período preoperatorio adecuado.
De acuerdo con Eduardo Reyes, médico personal del militar, a Noriega se le detectó un meningioma hace varios años.
Ese tumor "ha tenido un crecimiento bastante significativo durante la estadía de Noriega aquí en Panamá", por lo que hay que extirparlo para evitar "convulsiones y hasta un paro cardiorespiratorio", afirmó Reyes a la AFP.
Tanto Reyes como la hija de Noriega, Thays Noriega, manifestaron que aún no hay una fecha definida para la operación.
Reyes sostuvo también que, tras la operación, le tocará a las autoridades "ponderar" si reenvían al exdictador a la cárcel o si le permiten finalmente el cumplimiento de las condenas en su casa.
Derrocado tras una cruenta invasión militar estadounidense en 1989, Noriega estuvo preso por narcotráfico y blanqueo de capitales en Estados Unidos y Francia, país que lo extraditó a Panamá en 2011.
Los familiares hicieron reiteradas solicitudes, rechazadas en cada ocasión, para que se le conceda arresto domiciliario definitivo a Noriega, quien sufrió varios derrames cerebrales, complicaciones pulmonares, cáncer de próstata y depresión.
Reyes reiteró la necesidad de que su paciente cumpla las condenas en arresto domiciliario debido al "alto riesgo" de sus dolencias, su avanzada edad y a las "condiciones" del sistema penitenciario panameño.