La Iglesia Católica podría tener un nuevo Papa para la fiesta de Pascua, el próximo 31 de marzo, indicó un portavoz del Vaticano después de que el Sumo Pontífice anunciara su renuncia por razones de salud el próximo 28 de febrero.
"Tendríamos que tener un nuevo Papa en Pascua", dijo el padre Federico Lombardi en una conferencia de prensa. Según el portavoz se celebrará un cónclave en los 15 o 20 días posteriores a su renuncia.
El papa Benedicto XVI anunció su renuncia al papado a partir del 28 de febrero "por falta de fuerza", en un discurso pronunciado en latín en el Vaticano ante numerosos cardenales y que sorprendió al mundo.
"El Papa anunció que renuncia a su ministerio a las 20H00 (19H00 GMT) del 28 de febrero. Comenzará así un período de 'sede vacante'", precisó el portavoz de la Santa Sede, padre Federico Lombardi.
Se trata de una noticia con pocos precedentes en la historia reciente de la iglesia Católica.
"Os he convocado a este Consistorio, no sólo para las tres causas de canonización, sino también para comunicaros una decisión de gran importancia para la vida de la Iglesia", anuncio el Papa en latín.
"Después de haber examinado ante Dios reiteradamente mi conciencia, he llegado a la certeza de que, por la edad avanzada, ya no tengo fuerzas para ejercer adecuadamente el ministerio petrino", reconoció.
"Soy muy consciente de que este ministerio, por su naturaleza espiritual, debe ser llevado a cabo no únicamente con obras y palabras, sino también y en no menor grado sufriendo y rezando", agregó.
"En el mundo de hoy, sujeto a rápidas transformaciones y sacudido por cuestiones de gran relieve para la vida de la fe, para gobernar la barca de san Pedro y anunciar el Evangelio,es necesario también el vigor tanto del cuerpo como del espíritu, vigor que, en los últimos meses,ha disminuido en mí de tal forma que he de reconocer mi incapacidad para ejercer bien el ministerio que me fue encomendado", confesó.
El único pontífice que había renunciado en la historia fue el monje Celestino V en el siglo XIII. Antes de ser designado pontífice había vivido como un ermitaño y no se sentía preparado para asumir la máxima responsabilidad de la Iglesia.
Benedicto XVI, de 85 años, que en los últimos meses se ha visto más delgado, padece desde hace años de problemas cardíacos, razón por la cual no puede viajar a ciudades particularmente altas y había disminuido su apretada agenda de trabajo y compromisos públicos.
La renuncia inesperada del Papa, que reinó ocho años y sucedió al carismático Juan Pablo II, generó reacciones en todo el mundo e inclusive dentro de la Iglesia.
Ha sido "un trueno en un cielo sereno", admitió el veterano cardenal Angelo Sodano, por años el número dos de la Santa Sede.
El mismo portavoz del Vaticano reconoció que la renuncia los "había tomado por sorpresa".
Lombardi, en una conferencia de prensa, ilustró, los pasos a seguir.
"Para Semana Santa (del 24 de marzo al 1 de abril) tendremos un nuevo Papa", dijo tras precisar que Benedicto XVI no formará parte del Cónclave para la elección del nuevo pontífice.
Según el portavoz se celebrará el Cónclave en los 15 o 20 días posteriores a su renuncia.
Benedicto XVI, que en un libro entrevistas publicado en el 2010 había reconocido que renunciaría en caso de incapacidad física o mental, se retirará primero en la finca veraniega de Castel Gandolfo, a las afueras de Roma, para luego trasladarse a un monasterio dentro de los muros de la Ciudad del Vaticano.
Alemania, su país de nacimiento, expresó su "respeto" y "gratitud" al Papa tras el anuncio de su dimisión, mientras el presidente francés Francois Hollande habló de decisión "respetable".
El anuncio "ha sido meditado y tomado con total libertad. No se requiere que nadie acepte la dimisión", señaló Lombardi, en un encuentro con la prensa en el Vaticano.