La economía japonesa mostró síntomas positivos en mayo, con una inflación que se aceleró ligeramente, un consumo que se retrocedió débilmente y un clima de empleo favorable, aunque la producción industrial cayó.
Los precios de consumo acentuaron su alza en mayo, quinto mes consecutivo en verde, anunció el viernes el gobierno, aunque la inflación sigue estando lejos del objetivo del +2% del Banco Central.
El índice de precios (salvo los de productos perecederos) registró un avance del 0,4% anual, conforme a las expectativas de los analistas, tras +0,1% en enero, +0,2% en febrero y marzo y +0,3% en abril.
Esta progresión, que sigue a una larga serie negativa, se debe principalmente a una subida del precio del petróleo. De hecho, al margen de la energía, los precios se estancaron el mes pasado.
Pese a la reciente mejora, la inflación japonesa sigue siendo débil en comparación con la de Estados Unidos y Europa, a causa de una floja demanda interior.
El consumo de los hogares bajó de nuevo en mayo, por 15º mes consecutivo, aunque la bajada fue menor que la de meses precedentes (-0,1% anual), por lo que podría esperarse un enderezamiento. En cualquier caso, el dato es mejor que el augurado por los economistas entrevistados por la agencia Bloomberg (-0,7%).
El gobierno de Shinzo Abe y el Banco de Japón, que llevan más de cuatro años tratando de dar un impulso a la tercera economía mundial con una estrategia llamada "abenomics" no han conseguido que esta dé resultados, de momento.
Aún así, estos últimos meses han podido apoyarse en unas exportaciones sólidas, en un contexto de mejora de la coyuntura mundial. También se plantean, para estimular el consumo, establecer alzas salariales, mientras que la tasa de paro ronda los niveles más bajos en veinte años, aunque en mayo aumentó hasta alcanzar al 3,1% de la población activa, frente al 2,8% de abril.
Al mismo tiempo, las condiciones de empleo, al menos sobre el papel, también mejoraron: el mes pasado se registraron 149 ofertas por cada 100 demandas (frente a 148 por cada 100 en abril). Lo nunca visto desde principios de los años 1970, una situación que esconde, sin embargo, fuertes disparidades según las regiones y los sectores de actividad.
En cuanto a las empresas, la producción industrial cayó un 3,3% en mayo, tras una subida del 4% en abril, según cifras preliminares publicadas por el ministerio de Industria.