La aprobación a la presidenta socialista chilena Michelle Bachelet cayó 20 puntos en 2015, el año más difícil de sus dos gobiernos, afectada por un escándalo de corrupción que involucra a su hijo y a su nuera, según una encuesta difundida este jueves.
El sondeo de la encuestadora privada Adimark reveló que Bachelet terminó 2015 con una aprobación de apenas 24%, mientras que la desaprobación a su gestión llegó al 71%.
La aprobación de diciembre representa una caída de dos puntos frente al mes anterior, alcanzando un mínimo de aprobación del año y de ambos períodos como presidenta.
Bachelet, la primera mujer en llegar a la presidencia de Chile, tuvo un primer periodo de gobierno entre 2006 y 2010. En marzo de 2014, volvió al poder después de ser elegida con un 62% de los votos.
A semanas de cumplir su primer año de gobierno, la mandataria debió hacer frente a un escándalo de corrupción que involucra a su hijo mayor, Sebastián Dávalos, y a su nuera, Natalia Compagnon, investigados por tráfico de influencias y uso de información privilegiada tras la compra y venta de terrenos, con enormes ganancias, en el sur de Chile.
La nuera de la mandataria es también investigada por delitos tributarios por el uso de facturas falsas.
El caso, que obligó al hijo de la mandataria a renunciar al cargo no remunerado que ejercía en el gobierno, tumbó la credibilidad de Bachelet, que en la campaña había prometido acabar con la desigualdad y los privilegios de unos pocos en Chile.
De este modo, "la presidenta Bachelet cierra un muy difícil año 2015 con una caída de 20 puntos entre enero y diciembre", dice el informe del sondeo de Adimark.
La semana pasada, la propia Bachelet había admitido que el 2015 fue el "peor" de los seis años que suma al frente del gobierno chileno.
"Claramente, hasta ahora, es el peor", lanzó Bachelet al ser consultada por el diario Publimetro sobre el balance de 2015.
Golpeada por la causa judicial de su hijo, Bachelet encabezó durante el año pasado una dificultosa implementación de reformas emblemáticas que buscan desterrar definitivamente la herencia de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), como la instauración paulatina de la gratuidad en la educación y una reforma de la Constitución./AFP