La colectividad se ha quedado solitaria en la oposición, que compartió durante ocho años con el Partido Liberal
La izquierda colombiana debe confluir en una alianza para enfrentar a la Mesa de Unidad Nacional que apoya las políticas del presidente Santos, que se está convirtiendo casi en un partido único. Así lo propuso Clara López, quien en las próximas semanas se reintegrará a la presidencia del Polo.
Incluso, la dirigente no descartó que en esta alianza el Polo compartiría con el movimiento Progresistas, el cual fundó Gustavo Petro y en el cual quiere recalar el sector petrista del Polo, formación que hoy por hoy es su mayor contradictor.
“Además, el Polo y la izquierda colombiana deben participar en una gran confluencia alternativa que genere las condiciones para hacerle frente al pacto de Unidad Nacional que se está volviendo casi que un partido único”, indicó López.
En cuanto a Progresistas, la ex alcaldesa designada de Bogotá dijo que “que el Polo tiene mucho más en común con Progresistas que con los partidos de la Unidad Nacional. Hay que ver cómo se desarrollan los acontecimientos, cómo avanzan las fuerzas democráticas del país y qué planteamientos salen de la oposición”.
La propuesta de López no es nueva en el sentido que la izquierda se una como alternativa frente al gobierno de turno, alrededor de un proyecto común y para apoyar una candidatura presidencial, ese ha sido el gran anhelo de la izquierda colombiana, pocas veces conseguido por las fracturas y los intereses propios de las diferentes formaciones que la componen.
Sin embargo el planteamiento sí es novedoso en cuanto a que la izquierda se una para enfrentar a la Mesa de Unidad Nacional.
Actualmente la coalición de gobierno aglutina cinco partidos (Conservador, Liberal, La U, Verde y Cambio Radical), y domina cerca del 85 por ciento del Congreso.
En ese escenario el Polo Democrático se ha quedado solo en la oposición y su postura en la práctica luce más simbólica porque la Mesa de Unidad Nacional tiene los votos suficientes para hacer aprobar la agenda legislativa gubernamental.
Se vio en la aprobación de la Ley de Víctimas y ahora con el proyecto de reforma a la justicia, el cual el Polo ha votado en contra porque incluye un artículo que fortalece el fuero militar, que en consideración de la colectividad promueve la impunidad.